El bombero ingresado buscó con determinación salvar a la familia de cuatro personas que perdió la vida en el incendio ocurrido el jueves pasado en Valencia. En su intento de rescate estuvo al borde de perder la vida y actualmente continúa hospitalizado. Según las fuentes a las que ha tenido acceso Levante-EMV, del grupo Prensa Ibérica, hubo un último esfuerzo para liberar a esa familia, integrada por dos menores, que forma parte del total de diez fallecidos confirmados por la Delegación del Gobierno.
El equipo de bomberos que intervino estaba compuesto por seis integrantes. Fueron ellos quienes intentaron acceder al octavo piso, donde se alojaba la familia, con la esperanza de intervenir en el último momento. En la maniobra, cinco de los bomberos no lograron ni siquiera llegar al octavo level; sin embargo, uno de ellos consiguió avanzar hasta la zona donde residía la familia, encerrada en el baño por indicación de sus compañeros.
Un auténtico infierno
Al alcanzar el octavo piso, el pasillo se mostró como un escenario devastador. Se trataba de un corredor muy largo, con múltiples puertas a cada lado. Los esfuerzos se centraron en localizar la vivienda de los fallecidos; se conocía el número de la casa, pero las puertas habían quedado irreconocibles debido al calor extremo y al comportamiento violento de las llamas. Los testigos describen llamaradas que emergían y una humareda densa que dificultaba la visibilidad.
En el momento de la mayor tensión, el bombero logró salir del pasillo antes de desmayarse. Por las quemaduras en las manos y la inhalación de humo, continúa hospitalizado y recibe atención médica para su recuperación.