El PP valenciano rentabiliza su primer año al frente de la Generalitat con Mazón y es la formación que registraría el mayor incremento en votos y escaños si se celebraran hoy elecciones autonómicas. Pasaría de 40 a 46 diputados, acercándose a la mayoría absoluta en las Cortes (50), al cosechar más del cuarenta por ciento de las papeletas, con una estimación de voto de 41,7 por ciento. Este titular surge de la encuesta electoral para la Comunitat Valenciana elaborada para la prensa regional por una firma de análisis de opinión que presenta proyecciones basadas en un muestreo representativo.
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El examen demoscópico ofrece otros enfoques: el PP sumaría más votos que la izquierda por sí solo, lo que podría permitirles gobernar con la abstención de Vox en las Cortes. El PSPV se consolida como segunda fuerza y crecería de 31 a 34 escaños. Así, el bipartidismo sale reforzado tras haber atravesado horas bajas en 2015. Vox sufriría el mayor descenso y quedaría con 8 escaños de los trece actuales, sin que aparezca ninguna oferta extremista que capte ese voto. Compromís también perdería fuerza al caer de 15 a 11 escaños, mientras que Sumar aparece con un porcentaje de voto cercano al 1,8 por ciento, lo que podría elevar las expectativas del valencianismo o acercar a Podemos a la barrera del 5 por ciento para volver a la Cámara. En líneas generales, la encuesta describe una Comunitat Valenciana inclinada hacia la derecha, especialmente entre los votantes jóvenes.
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La teoría política sostiene que el primer año tras un cambio de gobierno tiende a reforzar la opción ganadora, y ese fenómeno se manifiesta en el caso valenciano, de acuerdo con el sondeo realizado entre el 23 y el 30 de septiembre.
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El PP de Mazón se dispara y se acerca a la mayoría absoluta que disfrutó entre 1999 y 2015. De momento, la proyección indica que podría superar a la izquierda sin necesidad de apoyo de Vox, pues la abstención de Vox podría facilitar la aprobación de leyes e iniciativas en el parlamento.
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En el lado opuesto, Vox parece no favorecerse de su gestión tras las elecciones de 2023. En esa etapa pactó con Mazón e ingresó en el Consejo ocupando tres carteras, para luego retirarse en julio en una decisión tomada desde Madrid para todos los gobiernos de coalición con el fin de distanciarse de la política de inmigración de la derecha regional. Lo que no queda claro es si esa decisión pesa más que su participación en el gobierno de la autonomía. La evolución de los resultados en próximos sondeos lo dirá.
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En todo caso, la instantánea deja a Vox con 8 escaños, frente a los 13 actuales, y con un descenso en la estimación de voto: del 12,4 por ciento al 8,2 por ciento, con la barrera de desaparición parlamentaria en el cinco por ciento.
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Realidad distinta a Europa
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Los cinco diputados que perdería Vox se sitúan en una magnitud similar a la de los ganadores para reforzar la estrategia del PP frente a antiguos socios, separando la realidad valenciana de la que se observa en la mayor parte de Europa, donde el populismo radical ha ido ganando terreno frente a la derecha tradicional.
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Lo que se observa es que la fluctuación del voto ocurre dentro de los bloques ideológicos, mientras estos se mantienen estables. La derecha suma ahora 53 escaños y, de acuerdo con la lectura, podría subir a 54; la izquierda, que cuenta con 46 diputados, quedaría en 45.
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La línea que marca el sondeo es la recuperación del bipartidismo, con el PP y PSPV como grandes fuerzas tractoras en crecimiento, y con un partido a cada extremo ideológico pero cada vez más marginal. Es el esquema que operó en la Comunitat Valenciana hasta 2015, cuando irrumpió lo que se etiquetó como nueva política. Tanto en esas elecciones como en 2019, socialistas y populares estuvieron muy cerca del sorpasso, perdiendo su posición hegemónica frente a otros actores políticos.
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En este sentido, destaca la rápida recuperación del PP: de tocar las horas más bajas en 2019 con 19 escaños a duplicar ese resultado cinco años después, con 46, gracias al notable descenso del antiguo socio y a la recuperación del propio partido popular. Todo ello se inscribe en la aceleración de la evolución de los partidos centrados y moderados en la escena nacional.
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Los datos de transferencia de voto señalan esa fluctuación dentro de los bloques, con PP y PSPV conservando alrededor del 94 por ciento de sus apoyos; Vox y Compromís no muestran señales de grandes fugas, pero los movimientos más relevantes suelen dirigirse hacia el PP por Vox y hacia el PSPV por los valencianistas.
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PSPV: impulso tras cambiar
Los socialistas salen con un notable impulso tras el cambio directivo en marzo de este año, aunque no es suficiente para aspirar a gobernar de nuevo la Generalitat. El partido que ahora dirige la alcaldesa ganaría tres escaños, pasando de 31 a 34, y superaría el 31 por ciento de la estimación de voto. Son datos que evocan los años del bipartidismo cuando socialistas y populares encabezaban la escena. Y si Mazón continúa, la izquierda mantiene una posición dominante en su bloque, pero la caída de su peso es evidente.
Compromís seguiría retrocediendo: de 15 a 11 escaños, con una caída de cuatro puntos en la intención de voto. Sin embargo, persiste la incógnita de qué hará Sumar, que aparece como opción independiente en la muestra. Su presencia, con alrededor de 1,8 por ciento, podría elevar la coalición hasta un 12,4 por ciento, moderando la caída desde 2015 cuando alcanzó 19 diputados.
Unidas Podemos-EU quedaría fuera del umbral del cinco por ciento, situándose en tres por ciento. Aun así, el recuerdo de voto de los morados supera el resultado actual, lo que mantiene vivas las expectativas para su siguiente ciclo electoral.
Claves por provincias
El análisis por provincias aporta claves notables. Alicante resulta decisiva para la caída de Vox, cediendo tres escaños en esa demarcación, y es la única provincia donde los socialistas crecen más que el PP. Castellón es la única provincia donde los socialistas retroceden y los populares experimentan un crecimiento notable, con un aumento de tres diputados.
Valencia representa la punta de lanza de la caída de Compromís, que perdería tres de sus ocho escaños actuales en la provincia. El sondeo también señala a una sociedad valenciana inclinada hacia la derecha, coherente con los resultados de las autonómicas de 2023. En el conjunto, la derecha agrupa el 36,2 por ciento de las preferencias, la izquierda se sitúa en 29,6 por ciento, reflejando un cambio de rumbo en catorce meses.
Si se observa la intención de voto directa, la franja de edad en la que Vox atrae más apoyo es la de 18 a 30 años; allí Vox queda detrás del PP entre ese grupo de edad. Los populares encuentran su mayor base de voto entre los mayores de 65 años. En cambio, la izquierda y Compromís concentran su adhesión principal entre las personas entre 46 y 65 años, mientras que los votantes más jóvenes son la franja menos favorable a la izquierda. En conjunto, la demoscopia sugiere una mayor movilización en la sociedad valenciana que la vista en mayo de 2023, lo que otorga más juego a Mazón en los meses venideros.
Asimismo, la participación podría superar la tasa de abstención observada en mayo de 2023, lo que podría favorecer la estrategia de Mazón en los meses próximos.
Los datos de la encuesta
La recopilación de datos y el cuestionario utilizados para esta consulta están disponibles para quienes deseen revisar las variables y las preguntas, sin incluir enlaces externos y con la atribución correspondiente para el registro. (Fuente: estudio de opinión independiente).