El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, afirmó este martes que las fuerzas desplegadas en la Franja de Gaza realizaron un daño no intencionado que provocó la muerte de siete trabajadores humanitarios de World Central Kitchen (WCK) durante las primeras horas de la mañana. La declaración reconoció la ocurrencia de un triste incidente en el que personas inocentes resultaron afectadas por operaciones militares en una zona de conflicto.
Netanyahu subrayó que el suceso será objeto de una investigación exhaustiva para esclarecer hechos y responsabilidades. Aseguró que este tipo de circunstancias se presentan en momentos de guerra y que se tomarán medidas para evitar que se repitan en el futuro. El mandatario destacó el compromiso de las autoridades con la transparencia y la seguridad de la población civil en medio de la compleja situación regional.
Poco después, las Fuerzas de Defensa de Israel informaron que se ha decidido establecer una entidad militar independiente, el Mecanismo de Investigación y Evaluación de Hechos, para procesar y evaluar el ataque. Esta decisión llevó a la ONG afectada a suspender temporalmente sus operaciones en la zona, a la espera de resultados y recomendaciones del nuevo mecanismo.
El portavoz de las IDF, Daniel Hagari, comunicó que ha mantenido contactos directos con el fundador del grupo humanitario, para expresar condolencias y confirmar la atención a las víctimas. En sus palabras, se espera que las investigaciones arrojen luz sobre la cadena de eventos que condujeron a la tragedia y permitan evitar repeticiones similares.
Entre las víctimas se cuentan siete trabajadores de la ONG, entre ellos cuatro personas de nacionalidad extranjera: un ciudadano británico, un ciudadano polaco, un australiano y una persona con doble nacionalidad estadounidense y canadiense. Este trágico hecho se sitúa como uno de los incidentes más graves que han afectado a trabajadores humanitarios en la región desde comienzos de la crisis.
Las autoridades señalan que, hasta ahora, el conflicto ha dejado un elevado número de víctimas, con un saldo que incluye especialmente a mujeres y niños. Expertos y voluntarios de la ayuda buscan comprender las circunstancias que permitieron que estas muertes ocurrieran y qué medidas deben adoptarse para proteger a quienes trabajan en zonas de alto riesgo. En este marco, analistas señalan la importancia de reforzar las rutas de ayuda humanitaria y garantizar que las operaciones de rescate y asistencia se realicen con la mayor precisión y seguridad posible. Asimismo, se enfatiza la necesidad de mecanismos de verificación independientes que permitan evaluar de forma objetiva cualquier incidente que afecte a personal humanitario y a comunidades vulnerables en zonas en conflicto.