Riesgo y Procedimientos en Casos de Acogida de Menores Refugiados en Catalunya

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In Barcelona, two Ukrainian minors living as refugees in Catalonia have temporarily avoided being sent back to their war-torn homeland. The decision comes after judicial actions by local courts that paused the planned return of a 16-year-old girl named Diana and a 14-year-old boy named Oleg. The youths, who had been living with hosting families in Terrassa and Palau-solità i Plegamans, were moved by the DGAIA, the Generalitat’s Child and Adolescent Care agency, to a central youth facility following a request from the Ukrainian host families to regain custody. The families allege that the children faced abuse at home in Nikopol before fleeing the country in early 2022. The court’s interim measure blocks the children’s return to Ukraine until the legal proceedings conclude, and requires that each adolescent remain with their Catalan hosts until the upcoming hearing. The DGAIA has stated that it will facilitate compliance with the court’s orders. [Evidence: DGAIA press communications and court rulings cited by local authorities.]

Las familias de acogida celebraron la noticia, describiéndola como una buena noticia. Este lunes, los jóvenes se reencontraron con sus familias tras pasar una semana en un centro de menores. Aun así, la incertidumbre persiste mientras el proceso legal continúa y se revisan las condiciones para la posible repatriación. Los tribunales de primera instancia de Barcelona han informado que, por ahora, los adolescentes no podrán abandonar España sin autorización judicial y que deben permanecer bajo la custodia de las familias que las recibieron en Catalunya mientras se celebra la vista. Las autoridades han indicado que la medida es temporal y está condicionada a la evolución del caso. [Resumen de las resoluciones judiciales disponibles para consulta pública.]

Riesgo de ir al frente

La situación ha generado miedo y angustia entre las familias de acogida. Yolanda Saldaña, quien cuida a Diana, afirma que la experiencia ha sido extremadamente dolorosa para todos. Habla de desesperación e impotencia debido a la posibilidad de que el juicio se prolongue y de las acusaciones de maltrato que los menores han planteado sobre sus tutores anteriores. Diana y Oleg sostienen que los adultos que los cuidaban en Ucrania los trataban de forma cruel, lo que ha intensificado el miedo a regresar a un país afectado por la guerra. En un video difundido por Diana, la adolescente expresa su deseo de no volver y su agradecimiento por el cuidado recibido en Catalunya, al tiempo que intenta visibilizar las dificultades que viven otros menores en situación similar. [Declaraciones de apoyo de las familias de acogida y comunicados oficiales.]

“¿Cómo podemos permitir que regrese a un país en conflicto donde podría estar expuesta a abusos?”, pregunta Yolanda, compartiendo su preocupación por la seguridad de la joven. Sergi Castañé, padre de Oleg, describe señales de irregularidad que, según él, fueron surgiendo durante el tiempo de convivencia y que, finalmente, llevaron a que el menor revelara haber recibido golpes desde una edad muy temprana. Estas palabras subrayan el temor a que una vuelta precipitada exponga a los adolescentes a nuevos riesgos. Diana, por su parte, había expresado su malestar a través de las redes, señalando que no quiere volver si no está segura y explicando que en Catalunya la familia de acogida la quiere y cuida. Esto ha despertado un debate más amplio sobre el tratamiento de menores refugiados y la necesidad de salvaguardias efectivas. [Testimonios y evidencia proporcionada por las familias.]

Otra dimensión de la historia es la reacción de la familia de acogida de Diana ante las medidas cautelares, las cuales evitan la repatriación hasta la resolución del caso. Diana fue descrita por observadores ucranianos como una persona con rasgos conflictivos, según un informe de servicios sociales de Ucrania visible para la DGAIA. Las familias catalanas sostienen que Diana es, en realidad, una persona dedicada y afectuosa, que ha realizado cambios significativos en su vida y que aporta ayuda en el hogar. Una directora de instituto escolar donde Diana cursa secundaria elogió su comportamiento y empatía. Estas percepciones contrastadas reflejan la complejidad de evaluar el comportamiento de menores en contextos de conflicto y migración. [Notas institucionales y testimonios educativos.]

Fuentes judiciales señalan que las familias solicitaron medidas cautelares extraordinarias para frenar el regreso a Ucrania. Las resoluciones de los juzgados de primera instancia de Barcelona han determinado que, de momento, los adolescentes permanezcan con las familias de acogida y no salgan de España sin aprobación judicial. Tras estas medidas, las familias expresaron su compromiso de perseverar en la defensa de los derechos de los menores y de promover revisiones de los protocolos catalanes de acogida de menores. [Extractos de sentencias y declaraciones oficiales.]

Las familias también anunciaron su intención de seguir trabajando en la protección de otros casos similares y de impulsar mejoras en los procedimientos de acogida en Catalunya. “Haremos lo que haga falta para que se revisen los protocolos actuales”, afirmó uno de los progenitores. [Declaración de compromiso de las familias.]

Un caso semejante

En Cataluña ya hubo situaciones similares. En otro caso, cinco hermanos de Nikopol que habían sido declarados huérfanos y repartidos entre varias familias de la provincia de Barcelona regresaron a su país, pese a que tres familias catalanas argumentaron que los menores se resistían a la devolución porque habían sido maltratados por sus tutores en Ucrania. Tras una breve estancia en Francia, los menores viajaron a Kiev bajo custodia de una familia ucraniana y luego fueron testigos de bombardeos. Los progenitores de acogida de tres de los hermanos presentaron una demanda contra la DGAIA, pidiendo que se revertieran las resoluciones y que los jóvenes regresaran a España. El juzgado local desestimó la petición, y aunque se reconoció que los jóvenes expresaron su voluntad de no retornar, la sentencia sostuvo que la DGAIA había recabado información y supervisado un proceso para reintegrar a los menores con la familia de acogida en Ucrania. El retorno de los hermanos a Ucrania quedó fuera del litigio, y las familias catalanas planean apelar. [Resumen judicial y declaraciones públicas.]

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