Para la línea dura del poder en Moscú, Ucrania por sí sola no basta. Un ejemplo claro es el de un conocido programa de televisión del Primer Canal, presentado por Vladímir Solovyov. Allí, invitados que hablan de invadir Suecia o de bombardear capitales europeas son recibidos con demasiado entusiasmo. En más de una ocasión, el propio conductor ha sugerido que Madrid podría sufrir ataques. No se trata de sátira ni de ficción: son personalidades vinculadas a medios estatales rusos que opinan sobre qué países podrían ser los siguientes objetivos de Moscú. (Fuente: observadores y registros televisivos)
Los tertulianos incendiarios no dudan al proponer invasiones, ya sea citando razones de seguridad o reclamando territorios históricos. En sus discusiones aparece la idea de conquistar la isla báltica de Gotemburgo para respaldar una invasión de Estonia, Letonia y Lituania, comentario que resonó en Estocolmo. Suecia respondió unida a la OTAN este año, como ya lo hizo Finlandia. Queda claro con cuál país ha tenido tensiones Rusia en los últimos días al observar el programa dominical de Solovyov y ver cuál nación centraba la atención. (Fuente: análisis de programas televisivos)
Entre los debates recientes estaba cuál capital europea debería bombardearse. Se mencionan Bucarest, París, Marsella, Lyon, Hamburgo y Múnich. Los presentadores discuten con evidente tono de broma sobre qué ciudades serían objetivo ruso. El conductor, en vez de frenar la conversación, participa activamente en ella. En un momento, cuando España envió tanques a Ucrania, surgió la propuesta de quemar capitales occidentales como Madrid, además de Washington, Berlín, París y Londres. (Fuente: grabaciones de programa)
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Desde NTV, un medio de la estructura mediática rusa, Tigrán Keosián, esposo de la jefa de RT (anteriormente Russia Today), afirmó que tras Ucrania el siguiente objetivo sería Kazajistán. Esta declaración llevó a que Astaná declarara a Keosián persona non grata, prohibiéndole el ingreso. Kazajistán, con una notable minoría rusa en su Norte, fue señalado no solo por Keosián, sino también por un diputado de la Duma de Moscú, Serguéi Savostianov, como blanco para una operación de “desnazificación”. El mensaje incluyó a Moldova, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia como posibles próximos lugares de atención. Países como Estados Unidos suelen estar en el punto de mira para críticas y amenazas de ciertos portavoces y comentaristas mediáticos. (Citas: declaraciones televisadas y declaraciones oficiales)
Advertencias desde arriba
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Un caso más complejo es Georgia. Este país ha mostrado una gestión difícil del conflicto ruso-ucraniano, con tensiones entre el gobierno y la población. Aunque el liderazgo georgiano evita un discurso beligerante y sanciones abiertas, Moscú ha dejado entender que podría estar atento a cualquier resquicio de desestabilización. En la población se observa un claro apoyo a Kiev, y muchos creen que, tras Ucrania, Georgia podría estar en la mira. La experiencia de 2008 sigue presente; Georgia recuerda una contienda breve pero dolorosa con Moscú y sus aliados. En Moldavia ocurre algo similar: el gobierno ha mostrado postura más favorable a Ucrania, y esas actitudes no han sido bien recibidas por las autoridades rusas, que han dejado entrever posibles acciones para influir en Transnistria. (Fuentes: reportes regionales y declaraciones oficiales)
Más allá de figuras mediáticas, aparece una personalidad que destaca por su trayectoria. Dmitri Medvédev, ex presidente entre 2008 y 2012, ha asumido un papel cada vez más radical dentro del régimen. En público ha manifestado que gran parte de Ucrania podría convertirse en territorio ruso y ha afirmado repetidamente que el mundo no necesita ese país. Recientemente ha publicado mensajes en francés con críticas a la actuación de Francia en la crisis, incluyendo señalamientos a Emmanuel Macron. Sus comentarios reflejan una línea dura que se extiende a otros líderes mundiales. (Análisis de redes y declaraciones públicas)
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En una entrevista con un medio internacional, el vicepresidente de la Duma, Piotr Tolstói, explicó que Rusia considera la posibilidad de usar una bomba nuclear contra París. Señaló que, para la seguridad de su país, ese escenario podría estimarse como una opción, si las circunstancias lo aconsejan. Su discurso, presentado en francés fluido, mostró frustración ante las tensiones entre Francia y Rusia, pero sostuvo que, desde su punto de vista, la seguridad nacional podría justificar esa acción extrema. Medvédev y Tolstói forman parte de un grupo de voces que han apuntado de forma contundente a otros países. (Registro de declaraciones oficiales)
Este texto continúa en la siguiente sección para entender el contexto regional y las repercusiones internacionales. (Cierre del extracto)