Reescritura optimizada sobre la industria de semiconductores y la política internacional

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Los análisis señalan que 2024 podría marcar un punto de inflexión para la industria global de microchips. Las aplicaciones de inteligencia artificial han generado entusiasmo en las firmas tecnológicas y han intensificado la competencia geopolítica en torno a apoyos públicos como la Ley de Chips de 2022 en Estados Unidos, que anunció inversiones cercanas a 220 mil millones de dólares para nuevas plantas de fabricación. Este año se considera decisivo para definir la brecha entre líderes como Estados Unidos y las regiones de Asia en la producción de chips de consumo, y se espera que el conflicto tecnológico se prolongue con mayor intensidad en los próximos años.

El presidente y director ejecutivo de la Asociación de la Industria de Semiconductores, John Neuffer, subraya que los estímulos de la ley estadounidense respaldarán tres proyectos de GlobalFoundries en Nueva York y Vermont este año. El Departamento de Comercio ya había anunciado incentivos para Microchip Technology y BAE Systems. Con estos proyectos, se busca acelerar la producción nacional de chips, fortaleciendo la seguridad económica y la seguridad nacional. Numerosas empresas del ecosistema de semiconductores han anunciado iniciativas a lo largo de Estados Unidos. «Estos proyectos prometen la creación de más de 40.000 puestos de trabajo en el ecosistema de semiconductores y sostienen cientos de miles de empleos adicionales en toda la economía», afirma Neuffer.

Los líderes tecnológicos

Sin embargo, incluso con la apuesta estadounidense por la autonomía tecnológica, la delantera de Taiwán y Corea del Sur continúa siendo notable. Solo dos compañías, Samsung y TSMC, pueden fabricar chips de tres nanómetros, una tecnología que ya se está produciendo este año. TSMC lidera el suministro de chips para NVIDIA y es, a día de hoy, el fabricante más relevante. La fabricación de chips de dos nanómetros se mantiene como el reto técnico clave, sin visos de solución antes de 2027 como mínimo. Grandes inversiones, del orden de decenas de miles de millones de euros por planta, están en marcha por parte de Intel y Rapidus para alcanzar ese umbral, aunque requieren presupuestos que elevan el costo total del proyecto.

La tecnología de un nanómetro, equivalente al tamaño de una hebra de ADN, no se espera hasta 2032. Aunque los avances en computación cuántica podrían cambiar el horizonte, manteniendo la promesa de saltos tecnológicos sin depender de una reducción de tamaño tan extrema.

La industria más estratégica

Los semiconductores conforman el corazón de la economía digital y se proyecta que alcancen un valor de mercado de varias centenas de miles de millones de dólares. A su alrededor, se genera una actividad económica global que alcanza cifras de miles de millones de dólares anuales y sustenta aplicaciones como la inteligencia artificial y la gestión masiva de datos. Dado que los semiconductores alimentan casi todos los dispositivos modernos, desde teléfonos hasta vehículos eléctricos, el acceso a tecnología de vanguardia se traduce en ventajas competitivas para países, industrias y empresas que logran asegurar cadenas de suministro sólidas y capacidades de fabricación avanzadas.

Las ayudas públicas en Estados Unidos

Las evaluaciones de la Asociación muestran que China, pese a dominar otras tecnologías de menor escalado, no ha logrado competir en chips ultradensos, sin embargo sí fabrica componentes en rangos de cinco a siete nanómetros. La mayoría de analistas advierte que el liderazgo chino podría avanzar hacia tecnologías de nanómetros aún más pequeños antes de lo previsto. Por ello, las ayudas públicas en Estados Unidos buscan sostener una base industrial capaz de competir con Taiwán o Corea, ante un panorama geopolítico complejo que exige paciencia y recursos para sostener inversiones a largo plazo.

En ese marco, Europa se mantiene rezagada respecto a los líderes mundiales. Su referencia principal es ASML, que fabrica equipos para litografías de alta precisión, con capacidades que llegan a rangos muy cercanos a las tecnologías más avanzadas, y que representa una excepción en el continente.

La India, el futuro aliado estratégico

Una estrategia internacional complementaria para fomentar una industria propia pasa por acercarse a la India en el desarrollo tecnológico de microprocesadores. Un informe reciente de la Asociación de Electrónica y Semiconductores de la India señala que el país podría ampliar su presencia en el ensamblaje, prueba y empaquetado de semiconductores con varias instalaciones y atraer plantas que trabajen con procesos de 28 nm o superiores. El país contaría con una base sólida en diseño de circuitos integrados y una fuerza laboral capacitada para ampliar su participación en la cadena de valor global de semiconductores.

Sensibles a los efectos gravitacionales de la Luna

El informe de la India estima que la fabricación de semiconductores es una de las actividades manufactureras más complejas de la humanidad. El diseño y funcionamiento de las plantas exige un minucioso control de numerosos detalles, incluso de factores tan específicos como los efectos gravitacionales de la Luna en las líneas de montaje. Para competir con éxito por inversiones, es crucial que entornos políticos y comerciales estén afinados, bien estructurados y profundamente elaborados en Estados Unidos, China, Corea, Japón e India. La India también debe fortalecer su ecosistema de semiconductores para abarcar I+D, diseño, fabricación y pruebas, con una red de proveedores y apoyos que fomente la innovación y la competitividad a nivel global.

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