Las tropas israelíes se han retirado este lunes del hospital Al Shifa tras dos semanas de asedio y ocupación del principal centro sanitario de la Franja de Gaza. Según residentes, autoridades e imágenes que llegan desde el enclave, los militares dejaron un escenario devastador: edificios severamente destruidos y quemados, instalaciones médicas arrasadas y decenas de cadáveres dispersos entre los escombros, algunos con signos de haber sido ejecutados. “El lugar está destruido, han quemado y arrasado los edificios. Todo debe ser reconstruido. El hospital Al Shifa ya no existe”, comentó a Reuters Samir Basel, un gazatí de 43 años. Un portavoz militar israelí afirmó que sus tropas mataron a 200 palestinos durante la operación, mientras las autoridades de Hamás sitúan la cifra de víctimas alrededor de 400 (Fuente: Reuters).
Los hospitales están protegidos por el derecho internacional humanitario, pero en esta guerra Israel los ha destruido de forma sistemática pese a estar abarrotados de pacientes y desplazados, un hecho sin precedentes en las guerras de las últimas décadas. Solo 10 de 34 hospitales seguían funcionando parcialmente la semana pasada, según la agencia de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA). El Estado judío sostiene que sus instalaciones escondían bases de las facciones armadas palestinas o eran utilizadas por milicianos (Fuente: ONU).
El mes pasado de noviembre ya ocupó Shifa durante una semana. En aquel momento dijo que escondía el cuartel general de Hamás, pero no logró demostrarlo a sus medios afines más que con un túnel en desuso en el perímetro del hospital y un puñado de fusiles antiguos. Esta vez la narrativa apenas ha cambiado. Sus portavoces sostienen que las facciones armadas habían establecido allí sus comandancias tras reagruparse en el norte de Gaza, una acusación negada por el personal del hospital. Durante la operación, las fuerzas israelíes arrestaron a 500 sospechosos de terrorismo y se habrían incautado de armas y documentos de inteligencia, según el Ejército (Fuente: Ejército de Israel).
“Prendieron fuego” a departamentos enteros
Como ha sido la norma desde hace casi seis meses, cuando empezó esta última guerra entre Hamás y el Estado judío, las tropas ocupantes arrasaron con todo durante la operación. El principal edificio del complejo hospitalario quedó convertido en un cascarón chamuscado, igual que la Maternidad, Urgencias o la morgue del centro. Según la Media Luna Roja, las tropas “prendieron fuego” a departamentos enteros del complejo, donde seguían apareciendo cadáveres durante la jornada (Fuente: Comité Internacional de la Cruz Roja y ONG humanitarias).
“La situación es desesperada. Entre el equipo médico, algunos fueron asesinados, otros torturados, otros detenidos y, sobre todo, quedaron sitiados durante dos semanas sin equipamiento médico ni comida y agua,” afirmó Raed al-Nims, portavoz de las autoridades. La organización humanitaria denunció, además, que según varios testigos y pesquisas oficiales, “muchos de los civiles fueron ejecutados”, incluidos médicos y enfermeras. “Fueron deliberadamente ejecutados por los soldados israelíes”, añadió Al Nims (Fuente: Al Nims y ONG).
Diversas fuentes sostienen además que las tropas demolieron con excavadoras el cementerio improvisado que rodeaba al hospital para enterrar a parte de los más de 32.000 cadáveres que ha dejado hasta la fecha la ofensiva israelí. Otros 75.000 palestinos han resultado heridos. “Incluso fuera del complejo hospitalario, manzanas enteras de edificios fueron derribadas hasta los cimientos”, afirmó Mahmud Basal, portavoz de la Defensa Civil Palestina (Fuente: Defensa Civil Palestina).
Resolución de alto el fuego, ignorada
La devastación del hospital Al Shifa, construido hace 78 años durante el Mandato Británico en Ciudad de Gaza, llega poco después de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobara por primera vez un alto el fuego en la Franja, una resolución que ha sido ignorada de nuevo por Israel. Al día siguiente, la relatora especial de la ONU para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, presentó un informe señalando indicios razonables para afirmar que Israel podría estar cometiendo un genocidio en Gaza. “Existe un claro objetivo de erradicar a un pueblo entero”, dijo Albanese. El lenguaje de su informe es similar al utilizado por el Tribunal Internacional de Justicia en La Haya. Esta denuncia se apoya parcialmente en la destrucción del sistema sanitario, descrita como una medida que afecta a la capacidad de nacimientos dentro del grupo (Fuente: ONU, Tribunal Internacional de Justicia).
Sin embargo, la guerra continúa, pese a la creciente inquietud entre la ciudadanía israelí ante la gestión de la crisis. Este domingo decenas de miles se manifestaron en Jerusalén y Tel Aviv contra el primer ministro, acusándolo de anteponer intereses políticos a la seguridad y la vida de los rehenes israelíes y extranjeros que siguen en Gaza en poder de Hamás (Fuente: prensa local).
Pero Netanyahu mantiene el apoyo de Estados Unidos, a pesar de los signos de disconformidad expresados por la Administración Biden. La Casa Blanca aprobó recientemente un nuevo paquete de armas para Israel, que incluye casi 2.000 bombas de una tonelada, empleadas con frecuencia en la Franja. Así, la región continúa inmersa en una situación de destrucción masiva y hambre impuesta por la campaña militar (Fuente: gobierno estadounidense).