El presidente ruso, Vladímir Putin, pidió este martes a la Fiscalía que imponga un castigo justo a los terroristas responsables del ataque perpetrado el viernes contra Crocus City Hall, una sala de conciertos ubicada en las afueras de Moscú, en el que perdieron la vida 139 personas y muchas más resultaron heridas. La solicitud se efectuó cuando Putin habló ante los fiscales y subrayó la necesidad de que el proceso judicial avance con rigor para que los responsables enfrenten las consecuencias previstas por la ley rusa.
El jefe del Estado recordó a los presentes que el atentado dejó un trágico rastro de víctimas entre las que había niños, adolescentes y mujeres. Señaló que los responsables han sido detenidos y que los investigadores trabajan meticulosamente para reconstruir las circunstancias que rodean ese acto brutal de violencia, mientras se mantiene el compromiso de esclarecer cada detalle del caso.
Por su parte, el fiscal general, Ígor Krasnov, admitió que el ataque representa un nuevo desafío para todo el sistema de seguridad. Hizo un llamado a los fiscales para tomar todas las medidas necesarias para evitar que se repitan hechos similares y para reducir al mínimo la amenaza extremista, recordando también los recientes incidentes en las repúblicas de mayoría musulmana de Daguestán y Bashkiria.
Putin insistió el fin de semana en la existencia de posibles interferencias extranjeras, mencionando una supuesta influencia de actores no estatales, pese a que la reclamación de responsabilidad inmediata sobre el atentado fue asumida por el Estado Islámico. Expresó que no se debe aceptar sin más esta narrativa y afirmó que lo relevante es identificar a las personas que encargaron el crimen y dirigieron la operación desde la sombra. El mandatario señaló que la verdad debe salir a la luz gracias al trabajo de los servicios de inteligencia y de las fuerzas de seguridad.
El Tribunal Basmanni de Moscú ordenó la prisión preventiva de dos meses para un octavo sospechoso en la investigación. Se trata de Alisher Kasímov, un hombre de 32 años de origen kirguís, identificado como quien alquiló su vivienda a los presuntos autores del ataque. Esta decisión judicial forma parte de un proceso en curso para desentrañar la red de apoyo que facilitó la ejecución del atentado.
Las autoridades han ofrecido una actualización sobre el balance de víctimas. Según los últimos datos oficiales, el ataque en Krasnogorsk, a unos 20 kilómetros al noroeste del centro de Moscú, dejó al menos 139 fallecidos y 182 heridos. El constatar de estas cifras subraya la gravedad de lo sucedido y la necesidad de una respuesta coordinada entre las agencias de seguridad y el sistema judicial para enfrentar las secuelas de esta tragedia.