La Policía de Brasil detuvo este jueves al exfutbolista Robson de Souza, conocido como Robinho, en una de sus residencias situadas en el litoral de São Paulo. La detención marca el inicio de una sentencia de nueve años de prisión por una violación grupal ocurrida en Italia. Las autoridades aseguran que la medida busca hacer cumplir una condena previamente emitida por tribunales italianos y confirmada por instancias brasileñas.
Funcionarios de la Policía Federal llevaron al exdelantero desde su domicilio en la ciudad de Santos, lugar donde se formó como profesional, hasta una comisaría para iniciar los trámites de ejecución de la pena. La decisión se toma luego de que el Tribunal Superior de Justicia de Brasil ratificara la condena impuesta por la Justicia italiana y ordenara su ingreso en prisión.
Orden de prisión
La Justicia Federal en el estado de São Paulo emitió una orden de prisión contra Robinho para comenzar a cumplir la pena de nueve años por el delito de violación. Fuentes oficiales indicaron que la ejecución depende de la acción directa de la Policía Federal y que el momento exacto de la detención podría ocurrir en cualquier momento.
Robinho reside en una urbanización de lujo en Guarujá, en la costa, y posee varias propiedades en la región, incluidas viviendas en la vecina Santos, donde inició su carrera profesional. La noticia llega después de que el Superior Tribunal de Justicia decidiera que debe cumplir la condena italiana en Brasil, una resolución que cerró la posibilidad de extradición de la forma en que se planteó originalmente.
Según informes oficiales, el proceso se enmarca en la sentencia dictada en Milán por un tribunal italiano en relación con una violación ocurrida en 2013. El exjugador fue juzgado en ausencia y, ante la Constitución brasileña, no puede ser extraditado a Italia. Este punto ha sido central en el debate público y legal que rodea el caso.
Durante la audiencia, el abogado de Robinho alegó posibles violaciones al debido proceso en Italia y afirmó que la legislación brasileña para homologar sentencias extranjeras entró en vigencia después del crimen. Esos argumentos fueron rechazados por el juez instructor, Francisco Falcão, quien explicó que la función de la Justicia brasileña no es revisar una sentencia ya firme emitida por un tribunal italiano, sino verificar que se cumplan los requisitos para aceptar que la pena sea ejecutada en Brasil.
En su voto, el magistrado subrayó que la tarea de la Justicia brasileña es evaluar si se cumplen las condiciones necesarias para que Italia pueda reclamar la ejecución de la condena en territorio brasileño. Robinho, de 40 años, fue condenado por su participación en una violación grupal de una joven en una discoteca de Milán en 2013, hecho que no llegó a cumplir en su momento al regresar a Brasil.
Este caso ha despertado un intenso escrutinio público y legal en ambos países, y plantea preguntas sobre la cooperación judicial internacional y las implicaciones de la extradición en casos de crímenes sexuales. El proceso continúa desarrollándose en Brasil, con las autoridades enfocadas en garantizar que se cumpla la sentencia impuesta por el sistema judicial italiano y aceptada por las instancias brasileñas.
La detención de Robinho se enmarca en un esfuerzo por cerrar un capítulo judicial prolongado, que ha mantenido al público atento a cada giro del caso y a las decisiones de las cortes superiores. A medida que avancen las acciones de la Policía Federal y las autoridades judiciales, se espera que se esclarezca el momento exacto de la detención y el inicio formal de la ejecución de la pena en el país.
Robinho, conocido por su paso por clubes como Real Madrid y Milan, permanece vinculado a la región de la Costa de São Paulo, donde se han centrado las investigaciones y las gestiones para la ejecución de la condena. El proceso legal continúa, y las autoridades reiteran que el objetivo es que la sanción impuesta en Italia se cumpla dentro de Brasil, de acuerdo con la normativa vigente y con las decisiones judiciales correspondientes.