Yulia Navalnaya, esposa del líder opositor, expresó este viernes que Vladimir Putin y su círculo cercano enfrentarán consecuencias por la muerte de su marido en una prisión ártica de Rusia. La declaración subraya la persistente presión de la familia Navalni para que las autoridades rindan cuentas, incluso cuando las noticias llegan a través de distintos medios y son recibidas con escepticismo por parte de la opinión pública. Según Navalnaya, las afirmaciones oficiales parecen distorsionadas y la familia no confía en las versiones proporcionadas por el Gobierno de Putin. En palabras de la esposa de Navalni, si las acusaciones actuales son ciertas, Putin y su entorno serán responsabilizados por la historia de su país, su familia y su esposo [Reuters].
«Son noticias terribles que nos llegan, noticias que solo recibimos de medios oficialistas. Desde hace muchos años (…) no podemos creer ni a Putin ni a su Gobierno. Mienten constantemente. Pero si esto es verdad, quisiera que sepan Putin y todo su entorno -su Gobierno, sus amigos- que serán castigados por lo que han hecho con nuestro país, mi familia y mi esposo», afirmó Navalnaya [Reuters].
«Serán llevados a la justicia y ese día llegará pronto», insistió en una breve declaración durante la Conferencia de Seguridad en Múnich, donde recibió el aplauso de la audiencia y el reconocimiento de la importancia de este tema para la seguridad internacional [Reuters].
Navalnaya llamó a la comunidad internacional y a todas las personas en el mundo a unirse en la lucha contra lo que describió como el mal representado por Putin, pidiendo unidad frente a las acciones del régimen y la responsabilidad de las autoridades rusas por las consecuencias de sus decisiones [Reuters].
«Debemos unirnos y combatir este mal. Debemos enfrentar este horrible régimen en Rusia. Este régimen y Vladímir Putin deben responder personalmente por todas las atrocidades que han cometido en nuestro país en los últimos años», enfatizó Navalnaya, destacando la necesidad de una respuesta global y sostenida ante las violaciones de derechos humanos y las represiones políticas [Reuters].
En diciembre pasado, Navalni fue trasladado desde una cárcel en la región de Vladimir, a menos de 200 kilómetros de Moscú, hacia una prisión en el círculo polar Ártico, cerca de la cordillera de los Urales, donde falleció, de acuerdo con los servicios penitenciarios rusos. El suceso ha intensificado los debates sobre las condiciones de detención y el trato a los disidentes políticos en el país, así como las respuestas internacionales frente a la situación de derechos humanos en Rusia [Reuters].
Navalni fue condenado en un proceso que muchos describen como político cuando regresó a Rusia en 2021 junto a su esposa desde Berlín, donde se había recuperado de un envenenamiento ocurrido el año anterior a manos de las autoridades de seguridad, según declaraciones de sus aliados y observadores internacionales [Reuters].
El 7 de diciembre pasado, Navalni solicitó desde la cárcel que las votaciones previstas para el 17 de marzo de 2024 fueran un referendum de oposición a Putin, marcando un intento de influir en el proceso político y expresar un mensaje de resistencia ante el régimen en un momento de alta tensión política y social en Rusia y en el extranjero [Reuters].