La pasión de Miquel Casals por las bandas sonoras nació en la oscuridad de una sala de cine, cuando escuchó la épica partitura de El señor de los anillos. Esa chispa, alimentada por sueños y esfuerzo constante, lo llevó a convertirse en ganador del Gil Soundtrack Award 2024. Con su obra Sinfonía de un Paradigma, este joven compositor barcelonés se impuso en la quinta edición de un certamen internacional que se ha consolidado como el mayor galardón del mundo para jóvenes creadores de música para cine.
La pieza Sinfonía de un Paradigma fue elegida como la mejor música para el cortometraje inédito Off-Wine, en un certamen que reunió a talentos emergentes de 29 nacionalidades. Este galardón, impulsado por Viñas Familia Gil, refuerza su estatus como una plataforma única para impulsar carreras en el mundo de la música audiovisual.
Casals, a los 28 años, es un compositor especializado en música para audiovisuales, con experiencia en cortometrajes, documentales y videojuegos. Tras graduarse en Medios Audiovisuales en la Universidad Politécnica de Cataluña y completar un máster en Composición de Bandas Sonoras, destaca por su enfoque narrativo y emotivo. Su creación, valorada por el jurado presidido por Esther García Rodríguez, jefa de producción de Pedro Almodóvar, es capaz de fijar emociones y dotar al cortometraje de una identidad universal.
El joven catalán explicó en una rueda de prensa celebrada tras la entrega del galardón que para él la música es un puente entre las emociones y la narrativa: “La banda sonora no solo acompaña, sino que amplifica las historias. Trabajé con un leitmotiv, adaptándolo a cada escena para reflejar los momentos clave del cortometraje, como la protagonista saboreando una uva, un instante cargado de simbolismo”.
Además, su obra alcanzó un nivel extra de excelencia al grabarse con la Orquesta Sinfónica de Bratislava, un esfuerzo que requirió casi cinco meses de trabajo.
La excelencia del jurado
El jurado destacó la alta calidad de las obras finalistas. Esther García, galardonada con tres premios Goya y el Premio Nacional de Cinematografía 2018, elogió el compromiso del certamen con la cultura y el entorno. En sus palabras, este proceso es enriquecedor y una oportunidad para ver cómo la música puede transformar una obra audiovisual.
El equipo de evaluación incluyó figuras como el compositor Lucio Godoy, el multipremiado Roque Baños y el director de Film Symphony Orchestra, Constantino Martínez Orts, quienes aportaron su experiencia. “El nivel de las composiciones finalistas fue muy alto, y este año, por primera vez desde 2012, el premio vuelve a España. Es un merecido reconocimiento para Miquel Casals”, afirmó Martínez Orts.
Un certamen de impacto global
Desde su creación hace diez años, el Gil Soundtrack Award ha recorrido un camino internacional, premiando a talentos de Italia, Georgia, Colombia y Alemania en ediciones anteriores. Este año, el concurso reunió a más de 100 participantes, procedentes de cinco continentes, que lucharon por un premio que no solo es económico, sino que ofrece un impulso destacado para la carrera del ganador.
Off-Wine como base de las composiciones ganadoras, creado por Gerard Vidal Cortés y producido por ESCAC Estudio, sirvió como base para las propuestas de los participantes. Ambientado en una vendimia distópica, el corto aborda la desconexión humana en un mundo plenamente robotizado, planteando preguntas sobre tecnología, tierra y sostenibilidad. Miguel Ángel Gil, copropietario de Viñas Familia Gil, expresó su orgullo por el éxito del certamen, incluso ante la sequía que afecta a la viticultura. “A pesar de las dificultades, creemos en mantener nuestro compromiso con la cultura y la sociedad. Este premio representa una forma de retribuir a la comunidad y de estrechar los lazos entre la música, el cine y nuestra tierra”, declaró Gil.
Un futuro prometedor
Para Casals, este galardón, dotado con 50.000 euros, representa un punto de inflexión. “Hasta ahora, nunca había sentido una base sólida para construir mi carrera profesional. Este premio es esa piedra angular que necesitaba”, confesó emocionado.
Como el propio Howard Shore, compositor de la banda sonora de El señor de los anillos, Casals aspira a crear piezas que dejen una huella profunda en los espectadores. Con humildad, el joven compositor agradeció a sus padres, al jurado y a la familia Gil, “cuya visión y compromiso con la cultura hicieron posible esta experiencia transformadora”. El arte tiene el poder de cambiar vidas, y gracias a este reconocimiento, Casals siente que puede cambiar la suya.