La búsqueda de salida diplomática en medio de la escalada en Israel y la región
El ministro de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, subrayó repetidamente la necesidad de encontrar una ruta diplomática que contenga la escalada en el norte de Israel y en las áreas cercanas. Visibilizó que la vía de las negociaciones puede evitar una catástrofe humanitaria para civiles de ambos bandos y para las comunidades libanesa e israelí. Su mensaje enfatizó la responsabilidad compartida de las partes para reducir las tensiones mediante canales diplomáticos y fortalecer los esfuerzos multilaterales que atenúen las provocaciones y el riesgo de una expansión del conflicto. En este marco, resaltó que la prudencia y la cooperación internacional deben guiar las decisiones, con miras a contener cualquier desborde que afecte a poblaciones inocentes.
Antes de una reunión en Washington con el ministro israelí Yoav Gallant, Austin dejó claro que la estabilidad regional no debe depender de movimientos unilaterales. Señaló que la cooperación internacional, incluido el apoyo de otros altos cargos estadounidenses, es crucial para vigilar posibles maniobras que podrían ampliar el conflicto y dañar a civiles en Israel y en Líbano. Las conversaciones con las autoridades israelíes se enfocaron en medidas de desescalada, en fomentar la confianza y en establecer controles que reduzcan el riesgo de errores de cálculo que podrían desencadenar respuestas más amplias.
El titular de Defensa reiteró que Hezbollah, con el respaldo de Irán, ha emitido declaraciones que elevan la tensión, y advirtió que una confrontación sostenida no favorece a nadie. La meta declarada es demostrar un compromiso claro con la seguridad regional y con salidas políticas que impidan que la violencia se extienda a otros frentes. Austin subrayó que la solución a largo plazo pasa por acuerdos que frenen las provocaciones y promuevan vías para resolver diferencias históricas, sin dejar de proteger a las poblaciones civiles afectadas por la violencia.
En su declaración, el ministro señaló que la presión para buscar respuestas diplomáticas procede tanto de aliados como de comunidades directamente afectadas por los enfrentamientos. Enfatizó la necesidad de un marco estratégico que combine firmeza ante ataques y apertura a conversaciones que reduzcan las inseguridades. La agenda de las conversaciones con las autoridades israelíes también contempló mecanismos de monitoreo, medidas diplomáticas y apoyo a iniciativas humanitarias para mitigar el impacto en la vida cotidiana de quienes se encuentran atrapados entre las hostilidades, preservando la seguridad de los civiles y el entorno regional.