Francia abrió una puerta en días pasados y ahora Alemania cierra otra. El Gobierno ucraniano continuará recibiendo apoyo, pero se busca evitar cualquier escalada que derive en un conflicto directo entre la OTAN y Rusia. El canciller alemán Olaf Scholz hizo estas declaraciones durante un discurso en Roma, tras escuchar durante la semana que Emmanuel Macron planteó la posibilidad de un envío de tropas occidentales a Ucrania.
La intervención de Scholz se produjo en el marco del congreso de los socialistas europeos, una reunión que en su agenda discutió la continuidad del apoyo a Ucrania y preparó la campaña electoral para las elecciones del Parlamento Europeo de junio. En ese contexto, el tema del conflicto entre Rusia y Ucrania estuvo presente en muchos de los debates y propuestas que se presentaron.
En esa misma línea, Scholz afirmó que uno de los objetivos prioritarios es fomentar la creación de una industria de defensa europea. Subrayó que la unidad entre los países europeos debe fortalecerse para disuadir ataques y expresar claramente que los intereses nacionales no deben anteponerse a la seguridad compartida. Además, pidió incrementar las inversiones en seguridad y defensa propias.
Amenaza nuclear
Con estas palabras, el canciller reiteró que la violencia nunca debe emplearse como método y recordó que el derecho internacional es la base de la seguridad en Europa. Preguntó cuándo terminará la guerra en Ucrania y señaló que cualquier resolución debe respetar las reglas acordadas, pues sólo así se puede garantizar un marco de paz estable. En su análisis, Putin podría tomar una decisión sobre retirada de tropas cuando perciba que no puede sacar ventajas de la guerra ni imponer condiciones abusivas para la paz.
Las declaraciones de Scholz se producen después de que Macron expresara posturas que suscitaron reservas entre otros líderes europeos y fueron seguidas por una advertencia de Putin sobre el riesgo real de un conflicto nuclear.
Fuga de informaciones
Scholz también abordó una reciente filtración de información confidencial en Alemania relacionada con Ucrania, calificándola como un tema grave que se está investigando con la debida diligencia. El canciller reiteró la necesidad de una respuesta diligente y coordinada para salvaguardar la seguridad de la región.
Expertos señalan que estas discusiones subrayan la urgencia de construir una defensa europea más coordinada, manteniendo líneas claras entre la defensa colectiva de la OTAN y la protección de los intereses estratégicos de cada país. En ese marco, las respuestas de Berlín y de otros capitals se evalúan en función de su impacto en la seguridad regional, la disuasión y la estabilidad a largo plazo.
Cabe señalar que los líderes europeos continúan buscando soluciones que reduzcan el riesgo de una escalada y que al mismo tiempo garanticen un apoyo firme a Ucrania. En varias reuniones, se ha enfatizado la necesidad de avanzar hacia una soberanía de defensa más integrada y una mayor inversión en capacidades que redefinan la seguridad del continente.
La conversación sobre el uso de armamento y las estrategias de defensa no está aislada. A lo largo de estas deliberaciones, se ha puesto de manifiesto la importancia de mantener canales de comunicación abiertos con Moscú, al mismo tiempo que se sostienen compromisos firmes con las naciones afectadas por el conflicto. Las autoridades coinciden en que la clave reside en evitar una batalla entre grandes potencias y en buscar una solución que beneficie la seguridad de todos los Estados europeos.