Entre jarras de cerveza, una atmósfera festiva y un público notablemente alto, Ursula von der Leyen cerró su campaña como líder de los populares europeos y candidata a un segundo mandato al frente de la Comisión Europea. Sus palabras, envueltas en el ambiente de Oktoberfest en la Löwenbräukeller de Múnich, buscaron proyectar una visión de bienestar, seguridad y democracia ante una multitud leal. Su principal adversario a nivel nacional es la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), un partido que afirma defender la patria pero que, según ella, sirve a autócratas afines al Kremlin. [Fuente: análisis político europeo]