Arrest of a high-profile ex-participant marks turning point in a prolonged violence case

No time to read?
Get a summary

Efectivos de la Policía Nacional, en una operación conjunta con los Mossos d’ Esquadra, ha logrado detener en l’Anoia (Barcelona) a Carlos Navarro, alias ‘el Yoyas’. El exparticipante de Gran Hermano se encontraba fugado desde hace 19 meses desde que el pasado noviembre de 2022 el juzgado de lo Penal número 5 de Gran Canaria emitió una orden de búsqueda y captura contra él.

Navarro fue condenado a cinco años y ocho meses de cárcel por maltratar de forma continuada a su exmujer, Fayna Bethencourt, a la que conoció en 2001 en el popular concurso y con la que luego se casó. También fue condenado por maltratar a los dos hijos que tienen en común.

Precisamente, la de Gran Canaria ha celebrado la detención de su expareja y lo califica como “una victoria lenta, pero ejemplar”.

En un comunicado ha agradecido todas las muestras de apoyo: “Gracias a toda la gente que me escribe para darme su cariño. Valoro de corazón cada mensaje de alegría por mí y los míos. Les abrazo muy fuerte a todos y especialmente a los que siempre han estado apoyándome durante todo este tiempo en esta lucha infinita. Gracias”, ha publicado a través de sus redes sociales.

Final a una pesadilla constante

La canaria, que durante este tiempo ha participado en distintos programas de televisión narrando la pesadilla que vivió con su exmarido, ha confesado su miedo a que él las encontrara a ella y a sus hijos y les hiciera daño. Ha compartido diversos momentos en sus redes sociales celebrando la detención del catalán y dejando mensajes como “Fayna por fin respira tranquila”; “se acabó el juego para Fayna”; o “una victoria lenta pero ejemplar no solo para Fayna sino para todas las mujeres”.

“En la calle ahora mismo se encuentra mi torturador, un prófugo condenado. ¿Qué mensaje estamos dando a las mujeres que están viviendo lo que yo viví?”, denunciaba hace unos meses la mujer en su canal de Youtube.

El juez que condenó a Navarro concluyó que su expareja “ha mantenido en todo momento la misma versión de los hechos, tanto en sede policial como judicial y posteriormente en el acto del juicio oral, siendo además corroborada por las testificales y los informes psicológicos forenses”.

Agressiones físicas

Contra ‘el Yoyas’ pesó también el testimonio de sus hijos, menores de edad, que declararon sobre las escenas de violencia de su padre hacia su madre que habían presenciado; además de la declaración de una prima de la víctima que aseguró ante el magistrado que Bethencourt se escondía en el baño para hablar con ella por teléfono y pedirle ayuda.

La noticia de la detención ha sido objeto de seguimiento por diversos medios, que subrayan la complejidad emocional de la familia y la importancia de las decisiones judiciales para proteger a las víctimas. Las autoridades recuerdan la necesidad de denunciar cualquier señal de abuso y buscar apoyo profesional para las víctimas y familiares.

La detención marca un giro significativo en un caso que durante años generó atención mediática y debate público sobre la violencia de género y las medidas de protección a la familia. Diversas organizaciones de defensa de las víctimas han reiterado la relevancia de procesos judiciales claros y de las garantías procesales para todas las partes involucradas, especialmente los menores.

La presión mediática y el escrutinio público han acompañado a Fayna Bethencourt desde que narró su experiencia y pidió apoyo. Para muchos observadores, este avance en el caso refuerza la idea de que la justicia puede actuar con paciencia y rigor, incluso cuando las circunstancias son complejas y de alto perfil. La conversación pública sobre violencia de género continúa siendo un tema central en la sociedad y en los debates sobre políticas de protección y apoyo a las víctimas.

Finalmente, las autoridades han reiterado que seguirán persiguiendo la captura de cualquier responsable de violencia doméstica y que las familias afectadas deben sentirse respaldadas por el sistema legal y los servicios de apoyo disponibles. Cada caso aporta lecciones sobre la necesidad de mantener vivas las redes de ayuda y de recordar que la seguridad de las víctimas es una prioridad permanente.

No time to read?
Get a summary
Previous Article

Woś Immunity Controversy and the Pegasus Fund Probe: A Parliamentary Moment

Next Article

Sergei Bobrovsky’s Championship Journey and Fan-Fueled Resilience