Reapertura del caso Neruda abre un nuevo capítulo en la investigación sobre su muerte

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El caso sobre las causas de la muerte de Pablo Neruda encara un nuevo episodio que podría ser definitivo. La Corte de Apelaciones de Santiago ordenó este martes la reapertura de la investigación judicial para esclarecer cómo falleció el Nobel de Literatura de 1972 el 23 de septiembre de 1973, cuando la dictadura de Augusto Pinochet tenía apenas doce días en el poder.

Una buena noticia para la verdad que buscan quienes defienden los derechos humanos, que han sido violentados y siguen siendo vulnerados en distintos lugares del mundo, comentó la abogada de la familia, Elizabeth Flores, sobre la novedad. A su juicio quedaban diligencias muy relevantes pendientes para cerrar la causa. No era posible sellar la investigación tras trece años de vigilia.

Neruda, autor de Canto General y figura central de la cultura chilena del siglo XX, se encontraba en una clínica capitalina cuando perdió la vida. En 2011, a instancias familiares, se abrió una causa para dilucidar si su fallecimiento se debió a causas naturales, a una posible prostatitis o a un asesinato, tal como sostuvo su chófer y asistente, Manuel Araya.

La historia de las pesquisas sobre la muerte de Neruda cuenta con varios capítulos. En 2013, el Servicio Médico Legal atribuyó el deceso a la metástasis de su cáncer. En 2017, el hallazgo de la toxina botulinum en un molar del poeta abrió una vía interpretativa adicional. Seis años después, un tercer panel de expertos señaló que la toxina pertenecía a una de las cepas más mortíferas de clostridium botulinum y que estaba presente en el cuerpo del autor de Canto General antes de su deceso. No obstante, esa constatación no fue suficiente para confirmar un crimen político. En septiembre del año pasado, la jueza Paola Plaza ordenó el cierre de la causa sin imputaciones.

Otro capítulo

El nuevo giro provocó sorpresa en Santiago cuando tres jueces coincidieron en que la investigación no estaba agotada. Según el dictamen, podrían aportar al esclarecimiento de los hechos una serie de medidas. Se ordenó un peritaje caligráfico al certificado de defunción y otro examen que revise las conclusiones de los especialistas locales e internacionales. Además, se dispuso el interrogatorio a Eduardo Arriagada Rehren, exdirector de Sanidad del Ejército, quien cumple una condena por el asesinato de un opositor, Archivaldo Morales, al que se le inyectó un compuesto que le provocó un infarto. Arriagada Rehren deberá responder sobre su trabajo de inteligencia en relación con la toxina botulinum y deberá exponerse si guarda relación con los hechos por los que fue condenado Morales. La justicia busca identificar si existe una constante que conecte ambos casos.

El nombre de Arriagada Rehren había salido a colación también por una enfermera de la clínica donde Neruda perdió la vida. Otro aspecto oscuro desde diciembre es la mención de un supuesto Doctor Price que habría merodeado por los pasillos, sin que ningún médico pudiera confirmar su identidad. En su momento, Sergio Draper transfirió el turno a ese aspirante sin conocerlo ni tener referencias claras. Hasta ahora nadie ha podido identificar de quién se trataba.

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