El gobierno de coalición de centro-derecha liderado por Luís Montenegro tomó posesión este martes en Portugal, tomando el relevo del ejecutivo socialista encabezado por António Costa, que ha gobernado desde 2015. Montenegro y sus 17 ministros fueron investidos en una ceremonia en el palacio de Ajuda de Lisboa, con la presencia del presidente Marcelo Rebelo de Sousa. Aún no asumirán plenamente sus funciones hasta que el Parlamento apruebe el programa de Gobierno.
Durante la toma de posesión, Montenegro y los ministros juraron mediante un compromiso de honor y la firma en el libro oficial. En la ceremonia también estuvieron Costa y los integrantes de su último gabinete. No acudieron el actual líder socialista, Pedro Nuno Santos, ni representantes del Bloco de Esquerda ni del Partido Comunista Portugués; sí estuvo presente el presidente del partido ultraderechista Chega, André Ventura.
Montenegro llama a la madurez y al diálogo
El nuevo primer ministro hizo un llamado a la madurez de los actores políticos y subrayó la necesidad de un espíritu patriótico y una clara capacidad de diálogo ante la etapa que se abre. Su discurso táctico coincidió con la victoria electoral del 10 de marzo, que se dio por un margen muy ajustado y lo coloca al frente de un gobierno en minoría en el Parlamento.
Con la victoria de la coalición Alianza Democrática, liderada por el Partido Social Demócrata, Montenegro asume la jefatura del Ejecutivo tras un resultado muy cerrado en las elecciones de marzo. Este giro histórico posiciona al PSD como fuerza dominante del nuevo gobierno, manteniendo la consistencia de ministerios respecto al último gabinete de Costa, pero con cambios en las cifras de participación femenina e independientes.
Un gobierno en minoría
Montenegro se enfrenta a un parlamento de 230 escaños, con 80 asientos y sin acuerdos formales con otras formaciones para garantizar una mayoría. En este contexto, el Ejecutivo dependerá de decretos y de gestos de acuerdo para avanzar en su agenda. Aunque las áreas ministeriales se mantienen en número similar, algunos puestos clave muestran variaciones en composición, especialmente en representación femenina e independiente.
Entre los nombres de relevancia se encuentra Paulo Rangel, ex eurodiputado y vicepresidente del PSD, designado como ministro de Estado y de Exteriores. Joaquim Miranda Sarmento, economista y ex dirigente de la bancada del partido, encabeza la cartera de Estado y Finanzas. El Ministerio de Economía irá a manos de Pedro Reis, ex presidente de la Agencia para la Inversión y Comercio Externo de Portugal. Miguel Pinto Luz, otro vicepresidente del PSD, asume Infraestructuras y Vivienda, mientras que la Defensa queda a cargo de Nuno Melo, presidente del CDS-PP, una de las formaciones que integra la alianza gobernante.
La exdirectora del Servicio de Informaciones y Seguridad luso, Margarida Blasco, dirige ahora Interior; Rita Judice asume Justicia; y Ana Paula Martins, expresidenta del Colegio de Farmacéuticos, lidera Sanidad. Tras la toma de posesión, el gabinete comienza a ejercer algunas funciones, a la espera de la votación en el Parlamento sobre su programa, prevista para la próxima semana, con la fecha exacta por confirmar.