Incendio en residencia de mayores en Aravaca deja víctimas y cuestiona medidas de seguridad

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Tres mujeres fallecieron entre el domingo y el lunes tras el incendio en la residencia de mayores Juan XXIII de Aravaca, en Madrid. La investigación policial señala fallos de seguridad y un entorno caótico en el centro. Documentos obtenidos por este diario muestran que la puerta de emergencias para salir al exterior estaba bloqueada en la primera planta, al igual que la que daba acceso a la terraza. También se indicó que no había luces de emergencia en ninguna estancia y que el pulsador de alarma de incendios no emitía señal luminosa ni sonora.

Las dificultades para los equipos de emergencia fueron numerosas. Asmismo, el humo tóxico, el bloqueo de salidas y la ubicación del centro complicaron las labores. En el acta policial se describe que al llegar, uno de los agentes encontró una valla metálica y la puerta peatonal de acceso al recinto cerradas, lo que obligó a saltar para ingresar a la residencia y comenzar la revisión de los pasillos interiores.

Dentro, los rescatistas se toparon con una densa humareda y gritos de auxilio. En las habitaciones se localizaron a dos mujeres en una misma cama individual con baranda de seguridad. Tras ser trasladadas al exterior, se detectaron quemaduras graves. Una de ellas falleció tras no responder a la reanimación, y la otra, que aún tenía pulso, presentó una respiración agónica y fue trasladada en estado crítico al Hospital de La Paz, donde falleció al día siguiente.

Otro de los contratiempos mencionados por los bomberos municipales fue la falta de corriente eléctrica en la bomba de presión, que dejó de funcionar en el momento crítico. Sin suministro, la manguera no ejercía la presión necesaria para combatir las llamas en el pasillo principal de la primera planta. El acta explica que la bomba estaba conectada al cuadro general de la vivienda y no a un cuadro independiente que hubiera quedado intacto.

Además, las vías de acceso y salida de la finca quedaron colapsadas por la acumulación de vehículos de emergencia. Al menos dos agentes resultaron heridos durante la intervención: uno sufrió quemaduras en el antebrazo y otro, que tuvo que ser dado de baja, sufrió lesiones en la muñeca.

Más Madrid exige responsabilidades

Rita Maestre, portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento, calificó los hechos de escalofriantes y solicitó la comparecencia del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, así como explicaciones a la segunda de sus responsables de Seguridad y Emergencias, Inma Sanz. Además, los diputados regionales ya registraron en la Asamblea de Madrid la convocatoria de la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales para explicar en sede parlamentaria los protocolos vigentes en la residencia Juan XXIII. Dávila afirmó que el centro había superado inspecciones en abril y febrero.

Maestre recordó que las residencias deben brindar un servicio que aporte tranquilidad a las familias y pidió a Almeida las actas, informes e inspecciones de las residencias de la capital para evitar posibles negligencias.

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