En febrero el euríbor cerró al alza y en marzo volvió a subir. El indicador se sitúa en 3,718%, el nivel más alto registrado en los últimos cuatro meses. Este comportamiento genera preocupación entre familias y empresas que deben revisar la evolución de sus hipotecas variables y sus costes de financiación a corto y medio plazo.
¿Significa esto que el euríbor retomará la senda que mostró en 2023? Según especialistas, se observa un periodo de estabilidad en los tipos de interés, lo que implica que el euríbor podría experimentar ligeras caídas de un mes a otro, como las ocurridas al cierre de noviembre y diciembre del año anterior. Sin embargo, esas caídas suelen compensarse con nuevas subidas cuando el BCE ajusta sus tasas. Mientras la diferencia entre el euríbor y la tasa oficial siga siendo notable, no se esperan movimientos determinantes que alteren de forma brusca el indicador. Esta lectura la ofrece Simone Colombelli, director de Hipotecas de iAhorro, plataforma comparadora y asesora hipotecaria.
En cuanto a cuándo podrían bajar las tasas, Christine Lagarde, presidenta del BCE, comentó el 7 de marzo que podría haber un recorte en la reunión del 6 de junio. No obstante, la expectativa compartida por analistas es que el ajuste no sea brusco, estimando un descenso de 0,25 puntos que deje la tasa oficial en 4,25%. Este escenario sugiere prudencia en el corto plazo y dependencia de la evolución económica europea.
Con un euríbor todavía al alza, existen hipotecaciones variables que mantienen condiciones atractivas para quienes consideren solicitar este tipo de préstamo. En ese marco, destacan varias opciones de entidades que buscan equilibrar coste y vinculaciones necesarias para formalizar el crédito.
Una de las hipotecas variables más mencionadas es la que ofrece Banco Mediolanum. Su propuesta combina un tipo de interés inicial de euríbor más 0,79% (0,99% durante el primer año) y una TAE del 3,60%. Entre los requisitos se encuentran abrir una cuenta en la entidad, domiciliar ingresos recurrentes de al menos 3.000 euros y contratar un seguro de vida. Esta combinación busca asegurar ingresos estables y protección del prestatario durante la vida del préstamo.
Otra opción a considerar es la hipoteca variable de EVO, con un TIN de euríbor más 0,48% (2,20% durante los dos primeros años) y una TAE del 4,29%. A cambio se solicita domiciliar la nómina, la prestación por desempleo o la pensión superior a 600 euros y contratar un seguro de hogar. Esta configuración puede resultar atractiva para quienes valoran una entrada de coste inicial relativamente baja, siempre que acepten las vinculaciones requeridas.
Kutxabank también ofrece una hipoteca variable con un TIN del euríbor +0,49%, pero el TIN fijo de 2,57% se mantiene solo durante el primer año. Además, se requieren vinculaciones más amplias: domiciliar la nómina de los titulares con un importe igual o superior a 3.000 euros mensuales, realizar aportaciones anuales a planes de pensiones de 2.400 euros o más y contratar un seguro de hogar. Estas condiciones buscan seguridad financiera y fidelización del cliente a largo plazo.
Por su parte, Unicaja propone una hipoteca variable con un TIN del euríbor +0,50% (2,40% durante el primer año) y una TAE del 4,80%, condicionada a ingresos superiores a 2.500 euros mensuales. Es necesario domiciliar nómina y recibos principales, contratar seguros como hogar, vida o incapacidad temporal, además de un seguro de coche o salud y realizar aportaciones a un plan de pensiones o fondo de inversión. Esta oferta se orienta a perfiles que buscan cobertura amplia y estabilidad en gastos recurrentes.
Si un usuario prioriza reducir al mínimo las vinculaciones, Openbank podría ser una opción a valorar. Presenta una hipoteca variable con un TIN de euríbor +0,60% (1,60% durante el primer año) y una TAE del 4,59% a cambio de domiciliar la nómina y contratar dos seguros, uno de vida y otro de hogar. Esta alternativa resulta adecuada para quienes desean limitar las obligaciones adicionales sin renunciar a condiciones competitivas.
En resumen, existen múltiples opciones disponibles. Comparar permite encontrar una hipoteca variable que se adapte mejor a las circunstancias y objetivos de cada persona, equilibrando coste, vinculaciones y flexibilidad a lo largo del periodo crediticio.