Especulación y consolidación en el turismo hotelero de España (revisado)

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Sin dudas, las proyecciones del turismo en España para 2024 se mantienen firmes. Como ejemplo, Simón Pedro Barceló, copresidente de Grupo Barceló, señaló que “el 2024 ha comenzado tan bien como cerró 2023”. Sin embargo, el horizonte no es exento de precauciones. Víctor Martí, presidente de GMA, advirtió durante la jornada Perspectivas del sector hotelero español. De los hoteles urbanos a la expansión internacional, organizada por Prensa Ibérica, El Periódico de España y con el patrocinio de Grupo Barceló y PwC, hay que evitar la euforia desbordada y contemplar los riesgos potenciales. En la conversación quedó claro que la clave es mantener una visión realista sobre la trayectoria futura del turismo.

Ya se observan indicios: la demanda es sensible a los precios; mercados competidores, como Turquía, operan a pleno rendimiento y “todo lo que tenía que recuperarse ya se ha recuperado”. Se advierte que la recuperación podría estar agotándose. Aunque las cifras de reservas, gasto por visitante y llegada de turistas internacionales pueden seguir en niveles altos, la expectativa para 2025 podría moderarse. Abel Matutes, presidente de Palladium Hotel Group, indicó que se percibe un menor optimismo entre algunos emisores, especialmente en lo que respecta a las reservas, influido por el calendario electoral. Si bien hay variaciones entre mercados, la caída de la demanda no es homogénea: visitantes estadounidenses, británicos y canadienses muestran señales distintas respecto a la temporada venidera.

El sector también enfrenta desafíos operativos. Uno de los temas recurrentes es la proliferación de viviendas de uso turístico, que genera preocupación por la competencia desleal, la saturación de ciudades y posibles tensiones con la convivencia vecinal. Amancio López, presidente de Grupo Hotusa, resume el panorama: la vivienda más cara afecta a la gente y, si la gente se va, también lo hacen las empresas. Además, el costo de los billetes de avión ha aumentado notablemente, elevando el costo total del viaje y afectando la decisión de los clientes.

En cuanto a la distribución de la demanda, los canales digitales para reservar hoteles presentan visiones distintas. Para algunos, como el presidente de Palladium Hotel Group, se ha formado un oligopolio en la intermediación online que podría traducirse en mayores comisiones. Otros, como López, señalan que Booking y otras plataformas han reemplazado a los turopertadores tradicionales y sus tarifas dinámicas favorecen la desestacionalización, especialmente para actores más pequeños. En cualquier caso, existe un claro interés por desarrollar y fortalecer los canales directos de los propios hoteles para reducir la dependencia de intermediarios.

Especulación y consolidación

Más allá de las cifras que impulsan el turismo, 2023 se destacó como un año clave para la inversión hotelera. Aproximadamente el 30% de la inversión inmobiliaria en España se dirigió al sector, y de ese total, el 75% provino de inversores internacionales, a menudo fondos soberanos o entidades con experiencia prioritaria en turismo. En ese año se registraron más de 180 cambios de manos en hoteles y la inversión total alcanzó cerca de 4.100 millones de euros. Barceló afirmó que, para quien esté pensando en vender, es un momento favorable, dada la solidez de los resultados en España y la liquidez disponible, aunque reconoció que la inversión en este país es más retadora que en otros mercados. Según Barceló, la liquidez alta favorece transacciones, pero la inversión sostenible exige mirar más allá de la ganancia rápida.

La gran cuestión para el sector es si la entrada de fondos representa un beneficio real. Barceló considera beneficiosa la presencia de inversores tanto internacionales como nacionales, aunque López advierte que no todos comparten esa opinión. Tradicionalmente, el negocio hotelero español se ha apoyado en grupos familiares, y la llegada de capitales institucionales en los años posteriores a la crisis de 2008 abrió un debate sobre liquidez y modelo de negocio. En ese marco, se enfatiza la necesidad de diferenciar entre inversión especulativa y inversión de largo plazo que aporte valor sostenible a la economía productiva.

La clave está en distinguir entre fondos especulativos y fondos de inversión. En los primeros años, los inversores extranjeros que operaban en España buscaban rentabilidades cercanas al 20%, una meta que no encajaba con la realidad de la industria. La aspiración actual se inclina hacia inversores que permanezcan a lo largo del tiempo, aportando estabilidad y desarrollo a largo plazo, evitando una rotación rápida de activos para obtener beneficios rápidos.

Sobre la futura consolidación de las cadenas hoteleras, el panorama se mantiene discutido. Matutes apunta a una consolidación que ya está en marcha, impulsada por fondos de inversión que adquieren activos y los encontran en gestores más grandes. Palladium ve un incremento de la inversión tecnológica y la capacidad económica de las grandes empresas como ventajas que podrían facilitar la consolidación, mientras que Hotusa es más cauto, señalando que las fusiones tienden a ocurrir conforme madura el sector y cuando hay continuidad en las sagas empresariales. Como ejemplo, Barceló recordó la fusión fallida con NH, señalando que ese episodio fue un traspié significativo en el camino hacia la consolidación.

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