El exconcursante de Gran Hermano, Carlos Navarro, conocido como El Yoyas, fue detenido la semana pasada en una vivienda catalogada como deshabitada en una urbanización de la Torre de Claramunt y ingresó en Brians 1 para cumplir una pena de cinco años y ocho meses impuesta por el Juzgado Penal número 5 de Gran Canaria. La condena se originó por maltratos a su exmujer y también exparticipante del programa, Fayna Bethencourt.
Tras permanecer algunos días en Brians 1, Navarro fue trasladado al centro penitenciario Brians 2. En este momento se encuentra en el departamento de ingresos y, en pocas horas, será trasladado a una celda en el módulo 12, el área donde cumplen condena quienes han sido sentenciados por delitos relacionados con violencia machista.
Las primeras horas de Navarro en prisión estuvieron marcadas por el nerviosismo. Según personas cercanas, ha mantenido comunicación constante con su familia y con su abogado, Esteban Gómez Rovira, para solicitar ropa y dinero que necesite durante su estancia, y para tratar de contrarrestar la información sobre su detención que ha surgido en los medios de comunicación.
Su ánimo inicial, que mostraba una actitud positiva al afirmar que la cárcel “se come mejor que en la calle”, dio paso a un enfoque más centrado en sus hijos, con quienes comparte vínculos y a los que no ha visto durante años. En declaraciones a este medio, Navarro afirmó: “No contemplo recuperar a mis hijos, pero siempre diré sí a ellos”.
Más batalla legal
Desde su ingreso, Navarro ha intensificado su estrategia legal para buscar la revisión de la condena. Su abogado presentará un escrito ante el Tribunal Constitucional para que evalúe los dos recursos presentados hasta la fecha: uno por la no admisión de su recurso de revisión y otro por el rechazo a la querella por falso testimonio presentada contra Fayna ante los juzgados de Las Palmas de Gran Canaria.
Para el representante legal de Navarro, ambos recursos de amparo deben considerarse junto con el análisis del libro de Fayna, Cianuro y Chocolate, ya que sostiene que la denuncia de malos tratos contra El Yoyas queda desvirtuada por lo que aparece en uno de los relatos. En abril del año anterior, el Tribunal Supremo rechazó la revisión de la sentencia solicitada por Navarro cuando sostuvo que la primera denuncia de Fayna en 2018 coincide en numerosos detalles con un relato publicado por ella en el libro Cianuro y Chocolate en 2016, escrito años antes.
Junto con este escrito, Navarro también presentó una querella por falso testimonio contra su expareja, aunque el juzgado no admitió la causa. Ante estos rechazos, El Yoyas solo mantiene abierta la vía del Tribunal Constitucional. Mientras continúa en prisión, Navarro ha permanecido en busca y captura durante 20 meses, y su traslado de una celda a otra ha sido parte de la operación. Una operación conjunta de Mossos d’Esquadra y la Policía Nacional logró su detención en una urbanización de la comarca del Anoia tras meses de seguimiento.
No hay posibilidad de salida a corto plazo
El informe policial destaca la capacidad de Navarro para evadir la acción policial y su habilidad para mantener una amplia exposición mediática desde su lugar de ocultamiento, lo que le permitiría seguir con su subsistencia sin salir de la vivienda en la que se ocultaba. También se menciona una densa red de vínculos familiares que facilitaban su ocultamiento y cobertura para permanecer fuera de la vía pública.
Gracias a seguimientos a familiares, fue localizado y detenido tras 20 meses en búsqueda. En el momento actual permanecerá en Brians 2 durante un periodo, ya que no puede solicitar el tercer grado ni permisos penitenciarios hasta que cumpla una parte sustancial de su condena.
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