El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra ha decidido este jueves reducir en 25 puntos básicos el tipo de interés de referencia para sus operaciones, quedando así en el 5,0%. Este es el primer recorte de la tasa desde marzo de 2020. La decisión contó con el respaldo de cinco votantes, frente a cuatro miembros que preferían mantenerla en el 5,25%.
La reducción llega en un contexto en el que la inflación interanual del Reino Unido se ha mantenido en torno al 2% durante los meses de mayo y junio, el nivel más bajo desde julio de 2021 y alineado con el objetivo de estabilidad del Banco de Inglaterra. En su informe de política monetaria, publicado al mismo tiempo que la decisión, la institución indicó que el recorte fue posible gracias a un alivio suficiente de las presiones inflacionarias, aunque se advirtió de riesgos persistentes de repunte inflacionario. El informe lo describió como una medida “delicadamente equilibrada”.
El banco añadió que es necesario asegurarse de que la inflación permanezca baja y, por lo tanto, que no se recorte la tasa de interés demasiado o demasiado rápido. Se anticipa que la inflación repunte en la segunda mitad de este año cuando el efecto base de las caídas de los precios de la energía se desvanezca, aunque el Comité confía en que ese incremento sea temporal y que la inflación vuelva a moderarse en el próximo año.
Asimismo, a medida que el crecimiento del PIB se ralentiza por debajo de su potencial y el mercado laboral se relaje, el banco central prevé la aparición de “un margen de holgura en la economía” y espera que la persistencia inflacionaria interna “se desvanezca en los próximos años” debido a la postura restrictiva de la política monetaria.
Avance en el control de la inflación
En este sentido, aunque los shocks externos anteriores se han atenuado y se han logrado avances en la moderación de los riesgos de persistencia de la inflación, el crecimiento del PIB ha mostrado fortaleza y la postura restrictiva de la política monetaria continúa afectando la actividad. Esto ha llevado a un mercado laboral más relajado y a una reducción de las presiones inflacionarias.
La institución también reconoce el riesgo de que las presiones inflacionarias de efectos de segunda ronda resulten más duraderas en el mediano plazo. Para equilibrar estas consideraciones, la votación en esta reunión se inclinó por reducir la tasa bancaria al 5%. Ahora resulta oportuno disminuir ligeramente el grado de restricción de la política monetaria.
De este modo, el Banco de Inglaterra ha señalado que la política monetaria deberá permanecer restrictiva durante un periodo suficiente hasta disipar aún más los riesgos de que la inflación vuelva de forma sostenida al objetivo del 2% a medio plazo. El Comité mantiene una vigilancia estrecha sobre los riesgos de persistencia de la inflación y decidirá el grado adecuado de restricción en cada reunión.
Tras hacerse pública la decisión, la ministra de Finanzas del Reino Unido, Rachel Reeves, afirmó que, si bien el recorte de hoy es una buena noticia, millones de familias siguen enfrentando tasas hipotecarias más altas por efectos de decisiones presupuestarias previas. Reeves enfatizó que el Gobierno está tomando medidas para arreglar los cimientos de la economía y reconstruir el país, para mejorar la situación de todos los ciudadanos británicos.