El mayor beneficiado del frenesí de la inteligencia artificial no es Microsoft ni Google, sino Nvidia. Esta empresa estadounidense, conocida por diseñar chips de última generación, ha alcanzado una valoración por encima de los dos billones de dólares, una marca histórica para la disciplina tecnológica. Nvidia, liderada por Jen-Hsun Huang, salió a bolsa hace 24 años, y recientemente logró situarse como la cuarta empresa más valiosa del mundo. Con una capitalización de 2,04 billones de dólares, su posición queda solo por detrás de Microsoft, Apple y Saudi Aramco.
El impulso de Nvidia está estrechamente ligado a la fiebre de inversiones que acompaña a la inteligencia artificial. Desde el lanzamiento de ChatGPT a finales de 2022, la industria tecnológica global ha apostado fuertemente por esta tecnología. Grandes nombres como Microsoft, Google y Meta han invertido miles de millones para integrar la IA en sus servicios y para intentar liderar este mercado en expansión.
Chips cruciales para la IA
Sin duda, la ambición de Nvidia es clara. La empresa se especializa en el desarrollo de microchips de alto rendimiento, dispositivos diminutos que pueden ejecutar cálculos complejos con una potencia enorme. Estos componentes funcionan como el cerebro de las aplicaciones de IA y aprendizaje automático. El chip H100 de Nvidia se ha convertido en un estándar de excelencia para la industria, y ninguna otra compañía ha logrado replicarlo con éxito. Empresas como Microsoft, OpenAI, Google, Meta y otras dependen de su tecnología para avanzar en sus proyectos.
Todo esto ha situado a Nvidia en una posición privilegiada dentro del sector tecnológico. El incremento de la demanda ha traducido en contratos cada vez más lucrativos para la firma. En el último año, sus acciones han experimentado un ascenso de alrededor del 244,6%, con un incremento superior al 69% desde principios de 2024. Ninguna otra compañía ha mostrado un crecimiento comparable en ese periodo.