Grifols continúa bajo observación casi dos meses después del informe de Gotham City que provocó una caída significativa en su cotización. Cada movimiento de la farmacéutica es seguido por el mercado, y el pago de 266 millones de euros realizado recientemente a Scranton genera preguntas entre los analistas. Un analista de Bankinter señala que, si bien la explicación oficial aún no es clara, este desembolso podría traducirse en un quebranto para los accionistas minoritarios del grupo. En entrevistas con activos, varias voces sostienen que es aún difícil valorar los efectos que este movimiento podría tener sobre el futuro de la compañía. La empresa mostró una volatilidad notable tras la publicación de resultados el jueves, con un desplome del 35%. No obstante, la cotización logró recuperarse el viernes y avanzó alrededor de un 18% debido a las aclaraciones comunicadas y a la confirmación de que la venta de la filial en China continúa en marcha. También se destacó que el flujo de caja libre para 2024 se situará en 485 millones y se afirmó que no ha habido una distribución de dividendos que implicara salida de efectivo hacia un accionista importante como Scranton ni hacia ninguna de sus filiales. Hacia mediodía, las subidas de la cotización se afianzaban cerca del 18%.
