Andrea Longarela, nacida en Valladolid en 1985, inició su camino como escritora bajo el seudónimo Neïra. Presentó sus primeros textos mientras ocupaba ratos libres y, poco a poco, consolidó su presencia entre las voces más destacadas de la romántica juvenil en español. Licenciada en Psicología y ávida lectora, decidió dedicar su vida a la escritura tras sentirse identificada con Jo March, la protagonista del clásico feminista de Louisa May Alcott, durante la película de 1994 y este descubrimiento marcó un punto de inflexión en su trayectoria.
Ahora, tras atraer a lectores con novelas de romance contemporáneo como Te espero en el fin del mundo (2021) y El color de las cosas invisibles (2023), Longarela se ha adentrado en la fantasía con la trilogía Historias de Cathalian. Esta saga incluye Hija de la Tierra e Hijos de la Magia (publicadas en 2023 y 2024, Ed. Alfaguara). Además, el 29 de mayo de este año llegó una nueva novela romántica, Juliette y las canciones perdidas (Ed. Crossbooks).
¿Qué la llevó a moverse de su terreno habitual de romance hacia la fantasía y a crear mundos nuevos desde cero?
La autora explica que, como lectora, no se cerró a ningún género y, como escritora, le gusta experimentar y enfrentar nuevos retos. Es inquieta y llevaba tiempo queriendo dar ese paso, aunque no lo hizo hasta sentirse preparada para ofrecer una historia bien construida.
¿Cambios y retos al escribir Historias de Cathalian?
Procedente de la romanticidad contemporánea, encontró en la fantasía la libertad de explorar conflictos, tramas y personajes de maneras impensables. El mayor reto es lograr verosimilitud y coherencia; todo debe encajar y permitir que el lector imagine un mundo posible aunque no exista en la realidad.
En fantasía todo es posible siempre y cuando haya verosimilitud y coherencia, al decir de Andrea Longarela
¿Cómo nació Cathalian?
La creación de Cathalian coincidió con un periodo personal difícil. Tras convertirse en madre y lidiar con madrugadas agobiantes, surgió la idea de una historia para distraerse. Poco a poco, surgieron bocetos, tramas, razas y detalles, y apareció la voz que daría forma a un proyecto con principio y final ya trazados.
Este impulso creativo fue lo que la motivó a escribir.
La autora describe la escritura como una necesidad que emerge cuando una idea cobra fuerza. Aunque puede escribir en cualquier lugar, prefiere su despacho y no se adhiere a rituales estrictos, más allá de música de fondo y, a veces, una vela encendida.
¿Tenía claro el inicio y el cierre de cada libro antes de empezar?
Sí, tenía claros los finales de las tres partes desde el principio. Otras subtramas fueron apareciendo durante el proceso de escritura.
¿Qué indicios da sobre la tercera entrega?
La ruta de Ziara en la tercera entrega será más áspera, cargada de muertes y, a la vez, de esperanza.
Tanto Hija de la Tierra como Hijos de la Magia transmiten mensajes feministas y exploran diversas formas de amar, incluyendo el poliamor y la homosexualidad. ¿Qué mensaje pretende transmitir a los lectores?
La idea fue replantear el amor desde una óptica novedosa: ¿qué ocurriría si se nos impidiera amar? A partir de esa pregunta, se dio forma al mundo de Ziara, la protagonista. El amor es una fuerza vital que no se detiene ante límites y, en la trilogía, se refleja en todas sus manifestaciones. Aunque el universo es ficticio, la autora busca incorporar elementos de nuestra realidad para provocar reflexión en quien lee.
El amor como eje vital de Cathalian
¿Hubo referentes del género fantástico para escribir Historias de Cathalian?
Confiesa que, como lectora, aún tiene mucho por leer. Sus referencias se remontan a la adolescencia, con autores como Michael Ende, Lewis Carroll y Roald Dahl. Todo lo leído a lo largo de la vida ha moldeado su escritura y le ha mostrado que la imaginación no tiene límites.
¿Dónde busca la inspiración para sus historias?
La chispa puede venir de cualquier lugar. A veces surge de un olor, de una palabra o de la imagen de dos desconocidos en la calle. La vida, en resumen, es una fuente inagotable de ideas.
¿Cómo reacciona la comunidad en redes ante sus obras, tanto de romance como de fantasía?
La autora se sorprende a veces de la respuesta del público. Aunque reconoce la fortaleza de la trilogía, agradece la confianza y la lealtad de sus lectoras, que apoyan su escritura con entusiasmo y constancia.
¿Dedica mucho tiempo a las redes sociales?
Se entrega plenamente a ellas, ya que no solo sirven para trabajar, sino para acercar a las lectoras. Es gratificante compartir avances del proceso creativo, discutir las novelas y escuchar las opiniones de quienes han encontrado significado en sus textos.
La autora continúa cultivando su vínculo con la comunidad, manteniendo un flujo de ideas, debates y recomendaciones que enriquecen su oficio y estrechan lazos con las personas que la siguen.