La conmemoración del décimo aniversario desde la proclamación de Felipe VI como Rey de España llevó en Alicante un sello distintivo, subrayando la fuerte vinculación entre la ciudad y este hito nacional. Entre los detalles que trascendieron se destacó un menú elaborado por la chef María José San Román, procedente del restaurante Monastrell, junto con referencias a productos emblemáticos como el turrón de Jijona. En esta ocasión se anunció que el Triga Blanco, creado por Bodegas y Viñedos Volver, fue el vino elegido para acompañar el plato principal en el almuerzo conmemorativo. [Fuente: Bodegas Volver] Este reconocimiento refuerza la relación entre la alta gastronomía de la región y las bodegas locales, una colaboración que no solo celebra una tradición culinaria sino que también potencia la identidad del territorio. Rafael Cañizares, propietario y enólogo de la bodega, expresó la satisfacción de haber participado en una celebración de alcance nacional, donde la gastronomía y la historia reciente de España se entrelazan para ofrecer una experiencia sensorial de alto impacto. [Fuente: Bodegas Volver] El Triga Blanco, que ostenta una Denominación de Origen Alicante, se elabora íntegramente con uvas Chardonnay cultivadas en la comarca del Medio Vinalopó. Las condiciones climáticas y el tipo de suelo de la zona permiten a la bodega elaborar vinos de sabor intenso y persuasivo, capaces de armonizar a la perfección con un menú que abrió con un velouté de remolacha con perlas de tomate y bogavante, seguido por el plato principal de bonito en escabeche con vinagre balsámico de moscatel y algas frescas. [Fuente: Bodegas Volver] Rompiendo con cierta tradición, el almuerzo comenzó con un tinto joven y continuó con la presentación del Triga Blanco durante el plato principal. Este vino resulta especialmente delicado: las uvas se recolectan a mano en pequeñas cajas para evitar roturas y la fermentación se realiza al 100% en barricas francesas. Fue precisamente este vino el que inspiró a los asistentes a brindar tras la sorpresa del Rey al escuchar un emotivo discurso que celebraba diez años de reinado y destacaba la unidad familiar y cívica que rodea a la Monarquía. [Fuente: Menciones oficiales] Con el propósito de conservar para la memoria este hito, se produjeron solo 4.000 botellas de esta edición de Triga Blanco. Dos botellas de esa pequeña tirada ya descansan en la Casa Real junto a la minuta del menú servido, como un recuerdo tangible de la jornada en la que tradición, gastronomía y memoria institucional se dieron la mano. [Fuente: Archivo Real] Más allá de la ceremonia, la experiencia del almuerzo resalta la importancia de la región de Alicante como núcleo enológico y gastronómico. La combinación de un menú de vanguardia con un vino de perfil fino y elegante demuestra que la tradición vitivinícola local puede brillar incluso en momentos de alta solemnidad y presencia pública. En este contexto, la historia de ese encuentro entre el paladar y la historia reciente de España se convierte en un ejemplo de sinergia entre territorio, industria y cultura. [Fuente: Informe regional]