El economista Santiago Niño Becerra volvió a sacudir el debate económico español con una reflexión tan incómoda como necesaria sobre los salarios en España. Lo hizo en una entrevista reciente en el programa Tot es mou, de TV3, donde desmontó, con datos en mano, la idea generalizada de que los sueldos están mejorando de forma sostenida.
“En términos reales, el salario medio en España ha caído desde 2008”, explicó el economista. Aunque en euros nominales, es decir, sin descontar la inflación, los salarios parecen haber aumentado, la realidad es que el poder adquisitivo de la mayoría de los trabajadores ha bajado en los últimos años.
Más dinero, pero con menos capacidad para comprar
Niño Becerra mostró un gráfico que compara el salario medio anual desde 2008 hasta 2022 en dos líneas: una en euros corrientes y otra en euros constantes del año 2008. La primera línea, la azul, muestra un aumento progresivo. Sin embargo, la roja, que corrige por inflación, deja al descubierto una pérdida clara de poder adquisitivo.
“El salario medio en términos reales ha pasado de casi 22.000 euros en 2008 a una cifra notablemente inferior en 2022“, explicó Becerra. Esa diferencia entre el valor nominal y el valor real del salario es clave para entender por qué muchos ciudadanos, aunque ganen más euros, sienten que llegan peor a fin de mes.
La explicación de Niño Becerra es sencilla: “El poder adquisitivo ha bajado. En términos monetarios ha subido, sí, pero en términos reales estamos peor.” Es decir, los salarios actuales permiten comprar menos bienes y servicios que hace una década y media.
El salario más frecuente refleja la precariedad laboral
Además del salario medio, el economista destacó la importancia del salario moda, es decir, el sueldo que más se repite entre los trabajadores. “Es una cifra que se utiliza poco, pero refleja mucho mejor cómo vive realmente la mayoría de la población”, decía el profesor.
Según sus datos, el salario más frecuente en España en 2021 era de 13.000 euros anuales, pero hoy está por debajo de los 9.500 euros. “Eso nos sitúa prácticamente en los niveles de 2003”, afirmó un economista que añadía que “parece que los salarios se han recuperado, pero si miramos estos datos, estamos igual que hace 20 años o incluso peor”.
El economista también matizó el impacto de las subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), porque aunque reconoció que ha habido un aumento en los últimos años, consideró que “la subida del SMI ha sido negativa en cierto sentido, porque ha empujado a algunos salarios bajos hacia arriba, pero no ha mejorado realmente la estructura salarial“. Para él, el efecto ha sido más estadístico que transformador.
Limitaciones de previsión y vínculo con el IPC
Durante la entrevista, también advirtió que cualquier análisis salarial debe hacerse teniendo en cuenta la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC), porque “todo esto está ligado al poder adquisitivo real de los españoles”. Además, Santiago Niño Becerra mencionó que muchas de estas cifras deben interpretarse también a la luz de las horas trabajadas: “No se trata solo de cuánto se cobra, sino de cuánto se trabaja para ganar ese dinero”.
El análisis de Niño Becerra, aunque denso, se resume en una idea que atraviesa toda su intervención: “Hay una narrativa oficial que habla de mejora salarial, pero si vamos a los datos ajustados por inflación, vemos que el trabajador medio ha perdido capacidad económica.”
Subir salarios no es suficiente si la vida es cada vez más cara
El debate sobre los sueldos no puede desligarse del contexto macroeconómico, y Niño Becerra lo dejó claro: subir salarios no sirve de nada si los precios suben más rápido. “La sensación de que se vive peor, de que el dinero no llega, no es psicológica, es estadística”, concluyó el economista.
La conclusión de Santiago Niño Becerra es clara: más euros no significan necesariamente una vida mejor.
Source: Informacion

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