Los últimos grandes hallazgos en el ámbito de la medicina son los fármacos que ayudan a adelgazar y a regular el índice de glucosa. Primero surgió Ozempic, luego Mounjaro, y ahora Orforglipron, de la farmacéutica Eli Lilly, que al parecer va a lograr resultados similares a los de los dos medicamentos anteriores sin necesidad de que el consumidor tenga que pincharse.
No he probado ninguno de ellos (el último, aún en fase beta) ni planeo hacerlo. No tengo certezas de que puedan ser contraproducentes para la salud, pero algo me dice que, a la larga, puede ser peor el remedio que la enfermedad, y nunca mejor dicho. Este tipo de fármacos de nueva generación que pretenden solucionar lo que en muchos casos podríamos conseguir por nuestra cuenta, con una alimentación sana, ejercicios y ocho horas diarias de sueño, suponen un escalafón más en una sociedad hipermedicada que persigue la salud y el bienestar personal a golpe de talonario. Son los signos de una época laxa que deifica el confort y denuesta el sacrificio. Para qué asumir nuestras obligaciones básicas (y tratar de manteneros sanos es una de ellas) si podemos delegar dichas tareas en productos fabricados en laboratorios.
Antidepresivos, píldoras anticonconceptivas, fármacos contra la obesidad, la hipertensión y el colesterol, anfetaminas para el TDA, antibióticos usados hasta la saciedad… En España, el consumo de medicamentos ha aumentado significativamente en los últimos años, tal como registran recientes informes de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Tanto que a estas alturas es difícil concretar si la medicina cura nuestros malos o si los agrava, o lo que es lo mismo: si nos medicamos porque nos sentimos mal o si nos sentimos mal porque estamos hipermedicados.
Barrunto que esta es una reflexión que muchos adictos a los medicamentos ni siquiera se plantean, ahora que aún están a tiempo…
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Source: Informacion

Dolores Johnson is a voice of reason at “Social Bites”. As an opinion writer, she provides her readers with insightful commentary on the most pressing issues of the day. With her well-informed perspectives and clear writing style, Dolores helps readers navigate the complex world of news and politics, providing a balanced and thoughtful view on the most important topics of the moment.