Tras semanas de tensiones, India ha bombardeado este martes nueve presuntas “bases terroristas” en territorio pakistaní. El conflicto entre ambos países asiáticos continúa escalando desde el atentado terrorista en Pahalgam, una localidad de la Cachemira administrada por la India, que dejó 26 muertos.
El Ministerio de Defensa de la India ha asegurado que los bombardeos a infraestructuras en Pakistán, enmarcados en la Operación Sindoor, son una “respuesta precisa y contenida” al atentado. Nueva Delhi responsabiliza a Islamabad de financiar y dar apoyo a grupos terroristas que dirigen acciones contra la India, aunque las autoridades pakistaníes niegan cualquier implicación.
A estos bombardeos se suma la decisión de la India de cortar el flujo de agua de varios ríos compartidos, pese al tratado bilateral de reparto de recursos hídricos de 1960 que regula su uso. El cruce de ataques y represalias ha disparado las alarmas de la comunidad internacional ante el riesgo de un conflicto mayor entre dos potencias con armamento nuclear.
El arsenal atómico de la India y Pakistán
Nueva Delhi se convirtió en una potencia nuclear en 1974 y ha incrementado la modernización y la fabricación de armas nucleares en los últimos años. India tiene aproximadamente 164 ojivas nucleares, según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), aunque el último estudio de la Federación de Científicos Estadounidenses (FAS) eleva la cifra a cerca de 180.
“La India continúa modernizando su arsenal nuclear, con al menos cuatro nuevos sistemas de armas y varias nuevas plataformas de lanzamiento en desarrollo para complementar o reemplazar las aeronaves con capacidad nuclear, los sistemas de lanzamiento terrestres y los sistemas marítimos existentes”, apunta la FAS en su análisis ‘Nuclear Notebook’. Además, cuenta con la llamada tríada nuclear, es decir, con armamento atómico dividido en misiles y cohetes capaces de ser lanzados desde tierra, mar y aire.
Por su parte, Islamabad posee 170 ojivas nucleares almacenadas, según la FAS, una cifra que concuerda con las estimaciones del SIPRI. Pakistán inició el desarrollo de su arsenal atómico en 1998 y, al igual que China, Rusia, India, Corea del Norte y Reino Unido, ha incrementado sus capacidades nucleares en los últimos años, aunque el país tan solo cuenta con medios de lanzamiento terrestres y aéreos.
La doctrina nuclear
El arsenal nuclear de la India y Pakistán tiene principalmente una función disuasoria. Sin embargo, ninguno de los dos países forma parte del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), por lo que no están sujetos a las restricciones internacionales sobre el desarrollo y expansión de armamento atómico, lo que alimenta el temor a una posible evolución hacia capacidades ofensivas.
La India mantiene oficialmente una política de “no primer uso” del armamento nuclear, aunque ya en 2019 el ministro de Defensa, Rajnath Singh, puso en duda esta doctrina al afirmar que “lo que ocurra en el futuro dependerá de las circunstancias”. Por su parte, Pakistán nunca ha adoptado una política similar, pero sí ha apostado por desarrollar armas nucleares tácticas de corto alcance, con el objetivo de disuadir o contrarrestar a las fuerzas convencionales indias en caso de conflicto.
Pese al carácter disuasorio de ambos arsenales, el SIPRI advierte que incluso un pequeño intercambio nuclear entre ambos países podría provocar la muerte de 20 millones de personas en tan solo una semana.
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Source: Informacion

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