No solo se debatió de las elecciones europeas del 9J que están a la vuelta de la esquina —la campaña, de hecho, arranca esta semana— y de «plantar cara a la ultraderecha», pese a ser el relato abrazado por la nueva líder del PSPV, la ministra Diana Morant. En el Comité Nacional de los socialistas valencianos, que se celebró el pasado sábado en València, también se habló del «problema de Alicante», es decir, del enfrentamiento entre el partido que encabeza Miguel Millana y controla Ángel Franco desde la sombra, y el grupo municipal en el Ayuntamiento de la ciudad, con la exconsellera Ana Barceló al frente.
La controvertida cuestión, en el turno de palabras, fue planteada por el secretario local, Miguel Millana. La intervención no fue una más de entre la decena larga que se plantearon. Fue la «nota discordante», según admiten asistentes a la primera reunión del Comité Nacional desde el Congreso de Benicàssim que oficializó hace ahora un mes a Morant como secretario general del PSPV.
Millana cogió el micrófono para hacer un ruego a la líder socialista. Para pedir amparo. Para recordarle, en público, ante los suyos, la disfunción en el PSOE de la capital alicantina, donde la relación entre el partido y el grupo municipal es más que distante, inexistente por momentos, durante este mandato, que ahora está a punto de cumplir un año. Millana, con su intervención, pretendió presionar a Morant para que ponga el foco en la ciudad de Alicante y, en consecuencia, dé una solución a una situación que vino a decir que es insoportable. Para que no mire a otro lado.
Esa pregunta, sin embargo, no encontró la respuesta que pretendía Millana de la líder socialista, quien al término de las intervenciones respondió a las cuestiones que le fueron planteando. Aunque no a todas. El requerimiento del dirigente local se quedó en el aire, lo que no pasó inadvertido entre los presentes. Entre ellos estaba el propio Franco, rehabilitado para la política orgánica por Morant al incluirlo en la ejecutiva del PSPV surgida de Benicàssim.
Eso sí, la cuestión hizo que no fueran pocas las miradas que se girasen hacia el exsenador alicantino, al controlar la dirección local socialista y, a su vez, intentar unir al partido en la Comunidad en torno a la figura de Morant, a quien apoyó cuando el ilicitano Alejandro Soler y el valenciano Carlos Fernández Bielsa intentaron plantarle batalla, finalmente sin éxito, a la candidata avalada por Ferraz.
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Source: Informacion

Emma Matthew is a political analyst for “Social Bites”. With a keen understanding of the inner workings of government and a passion for politics, she provides insightful and informative coverage of the latest political developments.