La ruptura que VOX ha provocado en sus Gobiernos de coalición con el PP en cinco CC.AA., ha sorprendido a más de uno. Curiosamente, entre ellos, muchos son de VOX. Es lo que tiene estar dirigidos por un «iluminado» como Abascal con tics cesaristas.
De un día a otro se ha pasado de una relación, que parecía la de unos verdaderos «amiguitos del alma», a una ruptura que poco tiene que envidiar a la de algunos «famoseos» televisivos.
El detonante oficial parece ser el órdago que lanzó Abascal al PP para que se negara a aceptar una sola acogida voluntaria, en sus CC.AA., de menores no acompañados que se hacinan en Canarias y Ceuta en estos momentos, reto que el PP declaró no asumir. En el caso de la Comunidad Valenciana se habla de que podrían ser unos 23 los menores a acoger. Cifras astronómicas, como se puede ver y que, encima, no suelen cumplirse por las trabas que se les ponen. Y no es que el PP, respondiendo a su autoproclamado «humanismo cristiano», sea un dechado de solidaridad y acogida con unos menores que no tienen que venir a España, sino que ya están aquí y en condiciones deplorables, como está constatado. La prueba de su interés por ellos es que, días antes, el PP, a través de su portavoz parlamentario, ese samaritano llamado Miguel Tellado, exigía al Gobierno utilizar la Armada para impedir la llegada de cayucos a las Canarias. Cómo hacerlo, deja poco lugar a la imaginación.
Nunca preocupó
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El interés por estos menores nunca ha sido algo que preocupara al PP. Es, por ello, increíble que esa haya sido la excusa de Abascal. Si el PP ha querido aparentar algo de preocupación por el tema ha sido: 1º) Porque el gran problema está en Ceuta, donde gobiernan ellos y en Canarias, donde lo hacen en coalición con Coalición Canaria y, desde allí, se les exigen soluciones y 2º, porque el reparto aceptado lo es con carácter voluntario y, por tanto, fácil de incumplir, como así ha sido hasta ahora. Es un mensaje de cara a la galería. Por ello el Gobierno del Estado ha planteado una modificación de la Ley para que, en estos casos, el reparto no sea sólo voluntario.
El órdago de VOX tiene, por tanto, otra razón: el electoralismo puro y duro. Sus últimos resultados les son decepcionantes. Y, encima, le ha salido un competidor a su derecha que ya les está haciendo daño. Alvise y su «Se acabó la Fiesta» es una amenaza real y, ahora, anuncia que se presentará a las generales. Y califica a VOX como la «extemaderechita cobarde», además de apoltronada. Vivir para ver. A todo hay quién gane.
El «bandazo» de Abascal está por ver cómo le saldrá. Tal vez no muy bien. Para muchos de los suyos, aparte de la sorpresa, ha sido perder, de un día para otro, esas poltronas que antes criticaban. Tal vez por eso ya se han producido las primeras resistencias. Algunos, en 24 horas, se han dado cuenta de que estaban en el partido equivocado y se han ido al sol que más calienta. Ahora bien, como ejemplo de no estar aferrada al cargo, como ella misma dice, está Llanos Massó, de VOX y presidenta de Les Corts Valencianes. Aunque han destituido a sus compañeros en el Consell, a ella no pueden cesarla, y seguirá cobrando casi 100.000 euros, y eso que están en contra de las autonomías.
Entre los cesados sí está Vicente Barrera, vicepresidente y conseller de Cultura. Era el responsable del Misteri y el Palmeral. Prefirió dar 300.000 euros a una entidad taurina, de Madrid, antes que a nuestros Patrimonios de la Humanidad. Todo un detalle. No se pierde nada con su salida.
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Se avecina una difícil gestión en el Consell. Mazón necesita los votos de VOX para seguir gobernando. Si éstos no los dan, caerá. Y, si los dan, la maniobra de éstos pasará a la antología del disparate. Difícil dilema y Alvise al acecho. Y ya se verá qué pasa en Ayuntamientos, como el de Elx, en el que los votos de VOX son imprescindibles para todo, excepto para capitalizar gestión. Y no se tardará mucho en verlo.
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Source: Informacion

Dolores Johnson is a voice of reason at “Social Bites”. As an opinion writer, she provides her readers with insightful commentary on the most pressing issues of the day. With her well-informed perspectives and clear writing style, Dolores helps readers navigate the complex world of news and politics, providing a balanced and thoughtful view on the most important topics of the moment.