Un supuesto mal control de los esfínteres por parte de sus tres hijos fue la explicación dada por la madre de “la casa de los horrores” a los macropedidos de pañales realizados por su marido durante los casi cuatro años en los que mantuvieron encerrados a sus tres hijos de entre 8 y 10 años en una casa de Fitoria. Sin embargo, la versión de esta norteamericana de 48 años, origen mexicano y con pasaporte alemán, no convenció a los agentes de la Policía Local participantes en el operativo que liberó a los menores el pasado lunes. La aparición de numerosos pañales sucios debajo de la cama de la habitación del matrimonio es vista como uno de los principales misterios de un caso en el que la abundante suciedad de la casa choca con la supuesta obsesión de la pareja por evitar que ninguno de los cinco miembros de la familia contrajera el covid.
No se descarta que incluso los adultos hiciesen uso de los pañales sucios que aparecieron bajo el lecho conyugal junto a compresas, tampones y excrementos del gato tuerto y afectado por un enorme tumor que la familia tenía como mascota. Un panorama que el jefe de la Policía Local, Javier Lozano, definió como una “casa de los horrores”, en la que según describieron fuentes policiales, los tres menores de la pareja vivían descalzos y con limitaciones motoras derivadas de su largo encierro entre las cuatro paredes de una casa donde las persianas estaban bajadas casi todo el día. En la misma solo figuraba como empadronado el cabeza de familia, un doctor en Filosofía de Hamburgo (Alemania), que desde 2008 trabajaba como asesor de recursos humanos y desde diciembre de 2021 lo hacía en remoto desde la casa de Fitoria alquilada a través de un bufete de abogados de Madrid por más de mil euros al mes.
La mujer, a la que los policías encontraron “reticente” durante el registro de la vivienda, insistió en que los niños usaban pañales porque tenían “patologías graves” que les hacían perder el control de sus esfínteres, una cuestión que pruebas médicas posteriores descartaron y que la mujer trató de demostrar a los efectivos, obligando a los niños a ir al baño cada hora porque si no, “se lo harían encima”.
El uso continuo de los ozonificadores puede estar detrás del elevado consumo de agua de la vivienda
Otro de los misterios de la investigación es el elevado consumo de agua y eléctrico constatado por los investigadores. Los atestados apuntan a un gasto de agua que “triplica” el de una familia normal, a pesar de que los cinco habitantes solo bebían agua embotellada. La principal explicación que se baraja a esta circunstancia es que los ozonificadores que tenían repartidos por toda la casa funcionaban las 24 horas del día, disparando los contadores.
A falta de resolver estas cuestiones, la pareja continúan en situación de prisión preventiva en la UTE de la cárcel de Asturias, en la que ingresaron el miércoles, mientras que los niños van adaptándose “poco a poco” a su nueva realidad como tutelados del Principado en un centro de menores de la capital asturiana.
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Source: Informacion

James Sean is a writer for “Social Bites”. He covers a wide range of topics, bringing the latest news and developments to his readers. With a keen sense of what’s important and a passion for writing, James delivers unique and insightful articles that keep his readers informed and engaged.