El primer largometraje de la cineasta griega Ariane Labed está repleto de buenas intuiciones, incluso de buenas ideas. Pero la resolución de la mayoría resulta un tanto incompleta, incluso algo frustrante. Aunque en ‘Septiembre dice’ hay una búsqueda formal distinta, más conectada con lo tenebroso y lo fantasmal que con la asepsia, la película de Labed conecta con el primer Yorgos Lanthimos, con quien la directora ha trabajado como actriz (en ‘Alps’ y ‘Langosta’) y está casada. Su película tiene mucho de ‘Alps’ (2011) y, sobre todo, de ‘Canino’ (2009), con la que establece un sugerente diálogo. Como esta última, ‘Septiembre dice’ explora las relaciones familiares patológicas y cómo puede fortalecerlas un uso perverso del lenguaje.
Aunque es una propuesta muy visual, en la que hay un pensamiento evidente de las imágenes, la película de Labed, ya desde el título (se debe leer como una orden), impone la palabra. Desde ahí, desde la combinación de la imagen misteriosa y la palabra tendenciosa, la cineasta explora el complejo vínculo entre los tres personajes femeninos principales: dos hermanas adolescentes y su madre artista. El problema es que, una vez descubierta la dinámica entre ellas (sobre todo entre las dos adolescentes), la propuesta se estanca y los mecanismos que utiliza Labed en un punto para hacerla avanzar resultan o abruptos (el paso de una película sugerente a una película esclava de su narrativa) o inesperadamente hostiles con los personajes.
Source: Informacion

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