La tregua de Pascua que anunció el mismo presidente ruso Vladímir Putin en Ucrania por “razones humanitarias” ha llegado a su fin, volviendo las batallas al frente ucraniano y echando por tierra cualquier esperanza de una pronta paz. Aunque el mismo mandatario había aparecido en televisión para informar solemnemente del alto el fuego el pasado sábado, todo hacía pensar que no sería en esta ocasión cuando las armas callarían de forma definitiva en los frentes de guerra del país eslavo. Y es que el Kremlin ya había rechazó previamente otra tregua de 30 días propuesta por Estados Unidos que contaba con el visto bueno de Ucrania. La reanudación de las hostilidades añade nuevas dificultades a la aspiración del presidente norteamericano, Donald Trump, de conseguir, en un corto lapso de tiempo, un alto el fuego de larga duración.
Pese a recibir la noticia con grandes dosis de escepticismo, el mismo sábado el presidente ucraniano Volodímir Zelenski aceptó el guante que le lanzaban desde Moscú y dio la bienvenida a la tregua de Pascua, proponiendo incluso ampliarla hasta el 20 de abril. “No hay que fiarse de las palabras procedentes de Moscú; sabemos muy bien cómo manipula Moscú y estamos preparados para cualquier cosa” había advertido, antes de añadir: “Si Rusia está ahora repentinamente dispuesta a comprometerse de verdad en un formato de silencio total e incondicional, Ucrania actuará en consecuencia”. La respuesta rusa no se hizo esperar y llegó en forma de una vuelta a los combates en diferentes partes del frente ucraniano.
La tregua ha venido acompañada de insistentes denuncias de violación por ambas partes. Concretamente, este lunes, Ucrania ha acusado a Rusia de haber violado 3.000 veces el acuerdo, mientras que por su parte Moscú ha asegurado que Ucrania hizo lo propio 4.900 veces a. El Ministerio de Defensa también ha declarado haber derribado cerca de 100 drones ucranianos en las últimas 24 horas. “Ya escucharon el comunicado del Ministerio de Defensa, que es el organismo autorizado para hablar de la situación desde un punto de vista militar. Esa valoración se ha hecho incluyendo pruebas de violaciones por parte del lado ucraniano”, ha defendido este lunes el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.
El republicano Donald Trump llegó a la presidencia de Estados Unidos con la promesa de conseguir la paz en Ucrania a las 24 horas de asumir el cargo. Con los 100 primeros días de su segundo mandato a la vista, todavía no lo ha conseguido e incluso ha admitido estar perdiendo la paciencia. El hecho de que Rusia prefiera mantener el pulso en el frente constituye pone palos a las ruedas a sus aspiraciones y demuestra que el proceso de paz todavía está verde y necesita tiempo para madurar. El neoyorquino había aseverado sin tapujos su frustración por no conseguir la paz entre Rusia y Ucrania, llegando incluso a advertir que si no se conseguía pronto, EEUU podría abandonar los esfuerzos de paz.
Los rusos, “como locos”
Aunque Trump ha presionado advirtiendo o que impondría más sanciones a Rusia si no acepta la paz, llegando a denunciar que “los rusos” bombardeaban “como locos” y difundiendo en su red social que “miles” de personas morían “a la semana en una guerra terrible e irracional”, todos sus esfuerzos han caído en saco roto. El último intento de llevar a buen puerto las conversaciones de paz había venido de la mano del enviado especial del mismo presidente estadounidense Steve Witkoff, que llegó a Moscú para reunirse con el mismo Putin a mediados de abril para buscar una solución a la guerra rusoucraniana y normalizar las relaciones entre Rusia y Estados Unidos.
La sinergia entre Moscú y Washington es tal que incluso se plantea en el futuro que ambos países hagan negocios de forma conjunta en el ámbito de las tierras raras. Así lo expresó repetidamente el influyente Kirill Dmitriev, el presidente del Fondo Ruso de Inversión. Él mismo explicó a la prensa rusa en marzo que “las reservas rusas (de tierras raras) exceden la cantidad que tiene Ucrania y se están buscando más depósitos”. Esa idea de colaborar en esta área incluso la mencionó el mismo Putin cuando evocó la posibilidad de llegar a un acuerdo económico que permita explorar de forma conjunta los yacimientos de estos minerales tan valiosos y vitales para la electrónica. Por ahora, parece que dichas iniciativas deberán esperar porque el Kremlin parece interesado en proseguir la lucha en el frente.
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Source: Informacion

James Sean is a writer for “Social Bites”. He covers a wide range of topics, bringing the latest news and developments to his readers. With a keen sense of what’s important and a passion for writing, James delivers unique and insightful articles that keep his readers informed and engaged.