“Nos parece reduccionista atribuir toda la responsabilidad de este hecho a la Direcció General d’Atenció a la Infància i l’Adolescència (DGAIA)”, manifiesta Jordi Royo, director clínico de Amalgama 7, entidad que desde hace 25 años tiene un concierto de 40 plazas con la DGAIA. Se refiere a la trama de pederastia descubierta en Barcelona, el caso ‘Pélicot catalán’, en el que una trama de al menos 15 hombres violó y abusó repetidas veces de menores de edad, especialmente de una niña de 12 años tutelada por la DGAIA.
“Recordemos que, cuando hablamos de niños tuteados, estamos hablando de colectivos vulnerables. Y son vulnerables no solo porque están tutelados, sino porque muchos de ellos sufren trastornos emocionales, mentales o estrés postraumático a raíz de un caso de ‘bullying’ o abuso sexual”, precisa Royo, que además es el nuevo presidente del clúster de salud mental WeMind.
Pero además hay un segundo factor, y es que detrás de estos niños hay “familias vulnerables”. “En muchos casos son vulnerables porque son inexistentes. O porque tienen pocas condiciones maritales o parentales. O porque algunas familias también presentan patologías graves, como patologías mentales”, reflexiona Royo.
Y en tercer lugar, precisa, los equipos que atienden a estos niños también son “vulnerables”. “Nosotros tenemos limitaciones legales. Si tú le coges el móvil para verlo, este menor puede presentar una denuncia. Si un niño te dice que se va, intentas hacer lo posible por que no se vaya, pero no puedes retenerlo contra su voluntad, porque no somos prisiones de menores, sino equipos socio-educativos. Tenemos las posibilidades que tenemos”, explica este psicólogo.
“Redes sociales sin control”
Además Royo pone el foco en las “redes sociales sin control” porque, si ya son un reto para la población general, lo son más para los menores vulnerables. “Las redes sociales acaban condicionando el comportamiento de estos niños, que consumen sustancias o desarrollan un trastorno de la conducta alimentaria (TCA”. Las redes de pederastia saben perfectamente que son un colectivo vulnerable y perfectamente detectables ahí”.
“Hoy nos tiramos todos de los pelos porque sale esta noticia en los diarios, pero los niños tuteados son colectivos que de entrada no interesan mucho a la sociedad. Si decimos que todo ha sido una mala gestión de la DGAIA, estamos simplificando”, avisa.
Ayer un trabajador social dijo a los medios que la DGAIA había permitido que la niña de 12 años violada se fuera a vivir con su novio de 25. Royo pone en duda que esto fuera realmente así. “Si realmente es verdad, yo sería el primer sorprendido. Hace 25 años que trabajamos con la DGAIA y jamás nos dio permiso para que una niña de 15 años se fuera a vivir con un joven mayor que ella. Al revés: cuando tenemos una pernocta con un familiar, tenemos que notificarlo a la Generalitat”.
“Creo que todos debemos preguntarnos si nuestra sociedad está comprometida con estos niños. Ahora vemos peleas entre comunidades para ver quién se lleva una cuota menor de ‘menas’ [los menores extranjeros no acompañados]. They all have a conversation Despise for these little ones. Communities fight without reception, not reception. So -Called Menas, the desire to buy and protect, Royo says Royo insists that what happened in Barcelona is a problem of all communities ” All communities and the whole community. ”
“Estos niños son fácilmente de captar, ¿qué hacemos como sociedad para protegerlos?”, concluye.
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Source: Informacion

James Sean is a writer for “Social Bites”. He covers a wide range of topics, bringing the latest news and developments to his readers. With a keen sense of what’s important and a passion for writing, James delivers unique and insightful articles that keep his readers informed and engaged.