Un olor nauseabundo llevaba días poniendo en alerta al perro de una vecina de Ciudad Naranco (Oviedo). El hedor se iba a crecentando al paso de los días, hasta que la mujer llegó a la conclusión de que salía de interior de una furgoneta que llevaba puede que semanas o quizás meses en el mismo lugar, en el aparcamiento sin asfaltar situado junto al Hotel Ibis. Ayer, la vecina llamó a la Policía Local de Oviedo y sus agentes se encontraron, poco antes de las nueve de la noche, una desagradable sorpresa. Un cadáver yacía sobre la cama habilitada en la parte trasera del vehículo, “prácticamente momificado”, según las fuentes policiales.
Las primeras pesquisas realizadas por el cuerpo municipal apuntaban a que el cuerpo corresponde a un varón con domicilio en el vecino concejo de Siero y de mediana edad, aunque su identidad aún no ha trascendido. La furgoneta tiene matrícula de Zamora y en su interior, junto a la cama, había a su vez una motocicleta, matrícula de Almería.
A partir de ese momento, la investigación pasó a manos de la Policía Nacional. Este cuerpo custodió el vehículo hasta que, pasadas las nueve de la noche, llegó hasta el lugar el personal forense encargado de recoger las pruebas para investigar un deceso sobre el que, en principio, no parece haber indicios de criminalidad.
La muerte natural es la hipótesis más probable, aunque quedan por ver los resultados de la autopsia. El personal encargado de la investigación se encargó de recoger las pertenencias del fallecido. Del interior del vehículo sacaron una prenda, posiblemente una chaqueta de grandes dimensiones. También documentación y otras pertenencias que parecían ser dispositivos electrónicos.
Las labores se realizaron ante una gran expectación. La explanada situada entre en el Hotel Ibis y el antiguo Orfanato Minero es utilizada por numerosos trabajadores del polígono industrial de Ciudad Naranco. “Un día de estos oriné yo al lado de la furgoneta y no me vino para nada este tufo tan fuerte”, explicaba un obrero mientras seguía con atención la retirada del cadáver por parte de los servicios funerarios.
Otros admitían haber visto la furgoneta estacionada en esa zona más veces. “Me suena que lleva bastante tiempo, pero hay tanta gente que aparca aquí las furgonetas y las caravanas que tampoco les prestas gran atención“, apuntaba otra trabajadora.
Mientras se realizaban las labores, el trajín de coches y peatones no paraba. Estos últimos no dudaban en ponerse el cuello del jersey como mascarilla para soportar el mal olor a su paso. Los que iban al volante ponían cara de póker cuando se encontraban el paso cortado por el personal “vestido de astronauta” para retirar los restos.
Poco antes de las diez y media de la noche los restos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal. Al cierre de esta edición, la grúa municipal se preparaba para retirar la furgoneta camperizada al depósito municipal. “Lo que no pase en Oviedo últimamente…”, comentaba una vecina señalando hacia Fitoria, donde hace un par de semanas la Policía Local descubrió la “casa de los horrores”. Ayer, el horror estaba en un aparcamiento.
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Source: Informacion

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