La decisión fue tomada la semana pasada, en un congreso extraordinario de la guerrilla, y el anuncio era algo esperado desde hacía días: la guerrilla kurdoturca del PKK, en guerra contra Turquía desde la década de los 80, ha anunciado este lunes su disolución y el fin de la lucha armada y la entrega de sus armas.
En la actualidad, el liderazgo militar del grupo se encontraba en las montañas del norte de Irak, diezmado tras una última década de superioridad aérea turca gracias, sobre todo, a los drones del país anatolio, muy usados en todo el mundo.
“Evaluamos que la lucha del PKK ha roto la política de aniquilación de nuestro pueblo, y ha llevado la cuestión kurda a un punto de solución mediante la política democrática. Hemos cumplido nuestra misión histórica. Sobre esta base, el XII Congreso del PKK decidió disolver la estructura organizativa del grupo y poner fin a la lucha armada”, ha dicho el grupo en su comunicado este lunes.
Este anuncio de disolución del grupo llega después de meses de reuniones y negociaciones secretas con el Estado turco, liderado por el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan.
Este proceso de paz empezó el otoño del año pasado, cuando el aliado de coalición de Erdogan, el ultranacionalista turco Devlet Bahçeli, pidió al líder del PKK, el encarcelado Abdullah Öcalan pedir a su grupo el fin de la lucha armada, su disolución y entrega de las armas. Bahçeli, que antes pidió la pena de muerte para Öcalan y ha basado parte de su carrera política en catalogar de terrorista a todo el movimiento político kurdo, incluso se mostró dispuesto a promover la libertad para el líder de la guerrilla.
En marzo, así, Öcalan publicó una carta desde la cárcel pidiendo la disolución del grupo, cuyo liderazgo militar está en las montañas del norte de Irak. Pocos días después, el PKK aceptó el llamamiento y anunció un alto el fuego unilateral. El paso tomado este viernes es visto como el siguiente en un proceso de paz, sin embargo, con muchísimas sombras.
El gobierno turco ha vendido todo este proceso no como una negociación para llegar a la paz, sino como una rendición del grupo. Rumores y fuentes anónimas, sin embargo, apuntan a posibles concesiones para el idioma kurdo o la posible liberación, en los próximos meses y años, de los líderes políticos kurdos, algunos de ellos, como Selahattin Demirtas, mantenidos en la cárcel desde hace casi una década, a pesar de varias resoluciones del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos (TEDH), que cataloga su encarcelamiento como ilegal.
Todo esto, sin embargo, son especulaciones; puntos no confirmados. En la actualidad no hay nada sobre la mesa, ni hay plan publicado sobre el futuro: quién recibirá las armas entregadas, qué haran los guerrilleros, si podrán volver a Turquía, si los milicianos encarcelados recibirán algún tipo de perdón por parte del ejecutivo de Erdogan.
Source: Informacion

James Sean is a writer for “Social Bites”. He covers a wide range of topics, bringing the latest news and developments to his readers. With a keen sense of what’s important and a passion for writing, James delivers unique and insightful articles that keep his readers informed and engaged.