El electricista detenido por la Policía en Alicante por daños y extorsión a vecinos de su inmueble tras arreglar presuntamente otra avería después del gran apagón ha negado a este diario que tratara de estafar a nadie y además se ha desvinculado de la muerte del perro de la mujer, cuya puerta aporreó por error con fuerza al tiempo que profería insultos y amenazas al pensar que dentró estaba un joven con el que se había enfrentado. La mujer también le ha exculpado porque sucedió con posterioridad al incidente y niega que fuera amenazada.
Según explica un hijo de la dueña del perro, el electricista “no tiene culpa de lo del perro y ya lo ha dicho así mi madre”. El animal “no ve bien y cuando estaban todos en la calle con la Policía fue cuando cayó al vacío y murió, ya que hay una tela de protección y debió meterse por un hueco pequeño en el balcón”. El hijo añade que su madre, de 78 años, reconoció el día de los hechos que se había dejado abierta la puerta de la terraza.
En cuanto a la presunta estafa que desencadenó la intervención policial, el electricista niega que fuera un engaño. Según su versión, cuando volvió la luz al inmueble por la noche tras el gran apagón del pasado 28 de abril “muchos no tenían luz y se le habían fundido los fusibles, incluido yo”.
El operario afirma que se cambió su fusible y que muchos vecinos le llamaron al saber que es electricista para buscar una solución. El electricista señala que les planteó cambiarlos esa misma noche y que le pasaría la cuenta al día siguiente al administrador de la comunidad.
Sin embargo, este le dijo al día siguiente que era un gasto particular y fue cuando les dijo a los vecinos que les cobraría 50 euros. A una de las vecinas, según este electricista, le pareció caró y llamó a Iberdrola, pero cuando le dijeron que “le costaría 138 euros me dio los 50 euros”.
El problema surgió con el hijo de otra vecina “que vino a pegarme y a mi se me fue la cabeza; bajé y di un puñetazo en la puerta de la casa de la dueña del perro pensando que era la vivienda de él”. Al final “vino la Policía, se calmó todo y nos dimos la mano”.
El operario señala que la Policía le ha acusado de coacciones a un vecino por “decirle que si no me pagaba los 50 euros le quitaba el fusible que le había puesto”. Asimismo, le imputan un delito de daños por romper el cristal de la portal y por el puñetazo en la puerta.
Source: Informacion

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