El presidente ruso Vladímir Putin ha recibido este miércoles a sus homólogos de Cuba y Venezuela cuando la capital rusa se prepara para el gran día de Rusia: el de la Victoria. En este 2025, el país euroasiático celebra el 80º aniversario de la derrota de la Alemania nazi en 1945, y líderes mundiales afines al Kremlin estarán el próximo viernes 9 de mayo presentes en la Plaza Roja, en el día más señalado del calendario ruso. Para el Gobierno local, es un momento óptimo para estrechar vínculos con sus aliados, instrumentalizar la fecha y defender sus intereses compartidos.
De los líderes amigos, el primero en verse con Putin fue el presidente venezolano, Nicolás Maduro. Él mismo ha aseverado tras el encuentro que la firma del tratado de asociación estratégica y de cooperación entre ambos países “permitirá que las relaciones entre ambos países alcancen un nivel aún más alto“. Dicho acuerdo abarca la cooperación en materia de seguridad, la “lucha contra el terrorismo”, “el extremismo”, la “falsificación de la historia” y la “glorificación del nazismo”. El anfitrión le ha correspondido las buenas palabras señalando que Rusia está satisfecha “en como se desarrolla el vínculo” entre ambos estados. El país euroasiático ha firmado previamente acuerdos similares con Irán y Corea del Norte.
El siguiente en la jornada de reuniones de Putin ha sido Miguel Díaz-Canel, mandatario de Cuba. Ha comentado previamente la amistad ruso-cubana el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. “Hoy Cuba es un aliado fiable en cuanto a la política exterior y un socio prioritario de Rusia en América Latina. Junto con nuestros amigos cubanos, estamos de acuerdo en la abrumadora mayoría de las cuestiones de la agenda global”, ha asegurado el canciller a la agencia rusa de noticias Tass. El líder cubano ha aprovechado el encuentro para criticar a Occidente y defender el multilateralismo. “Nos unen valores esenciales de defensa al multilateralismo (…) frente a los intentos de imponer un orden internacional basado en las reglas de Occidente, las políticas imperialistas y hegemónicas e imposición de crueles sanciones y medidas coercitivas unilaterales”, ha apuntado el líder caribeño. Occidente sancionó a Moscú en repetidas ocasiones tras la anexión de la península de Crimea y del inicio de la invasión de Ucrania.
Sin embargo, el encuentro más importante de Putin de esta semana será el que mantendrá con su homólogo chino. Xi Jinping está previsto que discuta este jueves con Putin temas como el oleoducto Fuerza de Siberia 2, las relaciones entre Rusia y EEUU y la integración estratégica chino-rusa, entre otros temas. Lo acompañan en su viaje Cai Qi, jefe del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de China y Wang Yi, ministro de Relaciones Exteriores. Este mismo miércoles, prueba de la buena sinergia entre Moscú y Pekín, el diario Rossiskaya Gazeta publicó un artículo del presidente chino en el que el líder asegura que “las relaciones chino-rusas tienen una clara lógica histórica, un fuerte motor interno y una rica raíz cultural”.
Preparativos para el gran día
Las calles de Moscú atestiguan que pronto es el 9 de mayo. Hasta el moscovita más despistado sabe, debido a todos los carteles que lo recuerdan en las calles y en prácticamente todos los negocios, que en pocos días se celebra el 80º aniversario de la victoria en la “gran guerra patria”, nombre con el que se conoce en Rusia y en algunos países que formaron parte de la URSS la Segunda Guerra Mundial. Para poder celebrar el día con tranquilidad, Moscú ha defendido acordar una tregua temporal con Ucrania durante los días previos y posteriores a la gran cita, por “razones humanitarias”. Según indica la agencia rusa Tass, el Ejército ruso está haciendo todo lo posible para que se pueda celebrar el evento sin problemas. Según fuentes militares, durante la noche de este miércoles se han derribado alrededor de 500 drones ucranianos.
Aunque el país actualmente celebra de forma entusiasta los logros de la URSS, no comparte sus ideales izquierdistas. El país es conservador y algunos de sus principales aliados en Europa son de extrema derecha, como es el caso del líder húngaro Viktor Orbán y partidos políticos como Alternativa para Alemania (AfD) o la Reagrupación Nacional de Marine Le Pen. Durante el liderazgo de Putin, que empezó en 1999, Rusia giró bruscamente a la derecha y ha buscado activamente ser el faro de conservadores de todo el mundo. Otro de los líderes que este miércoles ha despegado desde su país hacia Rusia ha sido el presidente de Serbia, Aleksandr Vucic, que está previsto que asista al desfile del 9 de mayo. Robert Fico, el líder eslovaco, también estará presente en el evento.
Source: Informacion

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