Un acusado de agredir sexualmente a su expareja en Benidorm y de incumplir reiteradamente la orden de alejamiento que le impedía acercarse a ella se ha sentado este lunes en el banquillo en la Audiencia Provincial de Alicante. La Fiscalía ha mantenido la petición de 16 años de cárcel por agresión sexual y de quebrantamiento de medida cautelar. El hombre se encuentra en situación de prisión preventiva, aunque no por esta causa, sino por los reiterados incumplimientos de la medida de alejamiento.
Los hechos ocurrieron en la ciudad turística el 2 de julio de 2023 cuando el encausado se presentó en casa de su expareja para proponerle mantener relaciones sexuales, a pesar de que sabía que tenía vigente una prohibición de acercarse a ella. Según el escrito de acusación, la víctima se negó, ante lo cual el procesado la habría bloqueado y la habría agredido sexualmente. Días después, el 19 de julio de 2023, volvió a la vivienda y llamó varias veces al timbre de la casa.
El procesado se acogió su derecho a responder únicamente a las preguntas de su defensa. Un interrogatorio en el que ni siquiera se entró a valorar si hubo o no una relación sexual consentida. Este se limitó a sostener que existía un ánimo de venganza por parte de su expareja a la hora de presentar la denuncia y negó la existencia de delito alguno.
La víctima mantiene la denuncia
La principal prueba en el juicio ha sido el testimonio de la víctima, que se ha reiterado en todos los términos de su denuncia. Que el hombre se presentó en su casa, a pesar de que sabía que no podía acercarse a ella, y una vez allí la agredió sexualmente. Se da la circunstancia de que ya existían otros incumplimientos de la orden de alejamiento. De hecho, unos pocos días más tarde se volvió a presentar en el domicilio y empezó a tocar el timbre de la puerta. En todos estos extremos se ha respaldado la Fiscalía para mantener las penas que solicitaba al término de la vista oral.
La prisión preventiva se ha impuesto en este caso no tanto por la agresión sexual en sí, que aún está pendiente de sentencia, sino por los reiterados incumplimientos de la orden de alejamiento dictada por el juzgado de Violencia sobre la Mujer. La medida busca prevenir nuevas situaciones de riesgo para la víctima, ya que el acusado, pese a estar advertido judicialmente, volvió en varias ocasiones al domicilio de su expareja, desoyendo la prohibición expresa de acercamiento. Este comportamiento persistente fue interpretado por el juez como un indicio claro de que existe un riesgo elevado de reiteración delictiva y de que el acusado no respeta las medidas judiciales, lo que justifica su ingreso en prisión como forma de garantizar la seguridad de la denunciante y el buen curso del proceso.
Source: Informacion

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