La Guardia Civil ha esclarecido el asesinato de ciudadano lituano de 39 años que murió de un disparo el pasado diciembre tras acceder a un chalé de Ciudad Quesada en Rojales para robar marihuana de una plantación. El autor del disparo mortal se encuentra encarcelado desde el pasado enero tras ser detenido en València y la investigación sigue abierta para localizar a otros implicados en el caso, entre ellos un hombre que acompañaba a la víctima el día del crimen y los responsables del cultivo de 457 plantas de marihuana que descubrió la Guardia Civil tras el hallazgo del cadáver en el interior de la parcela del chalé.
El detenido por el homicidio es un español de 40 años que ha reconocido los hechos ante la Guardia Civil, aunque alega que temió por su vida y disparó con una escopeta cuando se vio sorprendido por dos personas que entraron de madrugada en el chalé armados con una defensa metálica y una pistola.
El apresado relató que estaba durmiendo en la planta de arriba del chalé cuando se despertó al escuchar quejidos de uno de sus dos perros. Bajó con una escopeta y al salir a la puerta vio que se dirigían hacia él dos personas con una pistola y una porra extensible. Mientras uno le apuntaba con la pistola, el otro hizo además agredirle con la porra y por ello realizó un disparo al aire intimidatorio, según su versión. No fue efectivo porque tras retroceder tan solo un paso afirma que se le echaron encima y temiendo que iba a recibir un tiro optó por disparar a la persona que portaba la porra.
Huida a València
El arrestado manifestó que el otro asaltante huyó y él se marchó asustado con la escopeta. El investigado asegura que estaba al cuidado de la plantación de marihuana, pero que los dueños de la droga son dos hombres de origen ruso, versión cuya verosimilitud tratan de aclarar los investigadores de la Guardia Civil. El homicida confeso señaló que llamó a estas personas para contarles lo ocurrido, le recogieron y lo llevaron a una casa abandonada en la carretera de Los Montesinos. Allí le agredieron y le quitaron la escopeta y el móvil antes de irse y amenazarle con matarle a él y a su familia si decía algo de lo ocurrido. Huyó a València y allí fue apresado el pasado 13 de enero.
El sospechoso fue identificado por la Guardia Civil tras analizar las huellas de varios envases de bebidas que había en el interior de la vivienda. En uno de ellos saltó la coincidencia en el Sistema Automático de Identificación Dactilar (SAID). Asimismo, los agentes encontraron un contrato de arrendamiento de la vivienda a nombre del ahora apresado y con unos tickets de compra de supermercado confirmaron la identidad del sospechoso y cursaron una requisitoria de búsqueda que se difundió a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Así, pudo ser localizado por una patrulla de la Policía Nacional, que lo vio tirado en el suelo en una calle de València y lo identificó. Los agentes comprobaron la requisitoria y se contactó con el Equipo de Homicidios de la Guardia Civil de Alicante, cuyos agentes se trasladaron a la Comisaría de Ruzafa para formalizar la detención y ponerlo a disposición del juzgado de Instrucción número 2 de Torrevieja.
El crimen fue descubierto, como publicó en su día este diario, después de que la esposa del fallecido acudiera a pedir ayuda a la Policía Local de Rojales la noche del pasado 17 de diciembre. La mujer, que se ha personado como acusación particular a través de los abogados Roberto Sánchez Martínez y Lucía Ros, explicó a los agentes que su pareja estaba desaparecida desde las tres de la madrugada. A esa hora lo dejó en las inmediaciones del chalé de Ciudad Quesada donde posteriormente encontraron el cadáver.
La víctima le dijo a su mujer que iba a robar marihuana y le pidió que le buscara si a la mañana siguiente no tenía noticias suyas. A las 9 de la mañana del día 17 la mujer se presentó en su domicilio un varón que no conocía, el cual le dejó una bandolera de su marido y antes de marcharse le alertó: «Ha habido disparos, busca a tu marido». La esposa le buscó por hospitales y centros sanitarios durante el día y por la noche, al no encontrarlo, acudió a la Policía Local de Rojales para denunciar lo sucedido.
A continuación acudieron a la vivienda donde le dejó y encontraron el cadáver con un disparo de escopeta en el pecho. La Guardia Civil inspeccionó el interior de la casa y encontró un cultivo de 457 plantas de marihuana de metro y medio de altura, un cartucho del calibre 12 percutido en el suelo y varios más sin percutir en una alacena. También recogieron varios envases de Coca Cola y otras bebidas, en uno de los cuales encontraron las huellas del ahora encarcelado, y un contrato donde salía el detenido como arrendador del chalé.
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Source: Informacion

James Sean is a writer for “Social Bites”. He covers a wide range of topics, bringing the latest news and developments to his readers. With a keen sense of what’s important and a passion for writing, James delivers unique and insightful articles that keep his readers informed and engaged.