El juzgado de Instrucción número 5 de Elche ha acordado el sobreseimiento provisional de una causa abierta a dos personas que fueron denunciadas el pasado año por expolio en el yacimiento arqueológico de El Castellar de la Morera. El auto de archivo se ha dictado después de que, una vez acordado el procesamiento de dos investigados por un delito contra el patrimonio histórico en grado de tentativa, la Fiscalía reconsiderara su posición y pidiera el sobreseimiento, tal como ha estado reclamando desde el principio la abogada defensora de los dos acusados, Natalia Ibarz Manuel.
Mientras que en octubre la Fiscalía entendía que había indicios de un delito contra el patrimonio histórico y el juzgado dictó un auto de incoación de procedimiento abreviado, dos meses más tarde cambió su posición cuando debía solicitar la apertura de juicio y presentar su escrito de acusación. Solicitó entonces el sobreseimiento provisional al entender que los hechos denunciados por la Policía de la Generalitat no están «suficientemente acreditados». No obstante, el Ministerio Público solicitó que se dé traslado de lo actuado a la Conselleria de Cultura por si los hechos constituyen una infracción administrativa.
Según la Fiscalía, las actuaciones se iniciaron tras un atestado de la Unidad Adscrita de la Policía Nacional a la Comunidad Valenciana a raíz de un informe de la Policía Local de Elche por la presencia de dos personas con un detector de metales y una picoleta en el yacimiento arqueológico de El Castellar de la Morera, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1985. Los dos investigados por expolio fueron vistos a principios de febrero del pasado año por un senderista que llegó incluso a fotografiarlos y llamó a la Policía Local para alertar de su presencia.
Identificados por la Policía Local
Los dos sospechosos fueron identificados por la Policía Local tras facilitar el senderista la matrícula del coche en el que viajaban y el arqueólogo municipal de Elche visitó el yacimiento para comprobar los daños ocasionados y en su informe señaló que no parecían ser «de envergadura, si bien no se debe descartar su existencia en ámbitos del yacimiento que por el momento no han sido detectados». Añadía el informe que en cuanto a las actividades furtivas «se detectaron indicios de expolio en el ámbito que señala el informe policial», pero precisa que se trata «de simples agujeros excavados en la tierra que podrían confundirse con madrigueras dada la escasa profundidad y diámetro de los mismos».
La Policía Local de Elche comprobó que el detector que portaban está clasificado como industrial-profesional y aunque no localizaron remociones en la zona donde vio el testigo a los llamados «detectoristas» no descartaron que se marcharan sin hacer nada tras ser sorprendidos por el senderista. Los agentes recogieron también en su informe fotos de pequeñas remociones o excavaciones en otra zona, de fragmentos cerámicos procedentes de algún descarte de expolio y de una construcción realizada con piedras del yacimiento para resguardarse del frío y cocinar. No obstante, dejaban claro que no podían precisar si los dos investigados tenían relación con estos últimos hechos.
Los dos investigados están relacionados con empresas de instalación de fibra óptica y no tenían antecedentes por delitos contra el patrimonio histórico.
Por otro lado, el arqueólogo municipal recuerda en su informe que el uso de detectores de metales u otros instrumentos similares sin autorización en estos yacimientos constituye una infracción leve y la remoción de tierra y cualquier actuación que menoscabe los restos arqueológicos será considerada infracción grave.
La Fiscalía, en su petición de archivo, señala que los indicios de furtivismo detectados no es posible imputárselos a los investigados, ya que algunos parecen ser más antiguos y sobre los más recientes, de menor envergadura, no hay pruebas que acrediten la autoría porque el testigo que alertó a la Policía Local declaró que no les vio escarbar o remover tierra.
La abogada de la defensa alegó en el juzgado que los investigados no llegaron a sobrepasar el vallado perimetral del yacimiento, sino que deambularon por un sendero contiguo y no utilizaron el detector de metales.
Source: Informacion

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