Ni coches eléctricos ni ordenadores ni combustibles. El producto que más importa España desde Estados Unidos es, nada más y nada menos, que la salsa. Así lo confirman los últimos datos de comercio exterior: el país que inventó el kétchup y la barbacoa ha logrado colocar sus condimentos en la cima de nuestras compras.
Durante 2023, España importó más de 57 millones de euros en salsas estadounidenses, convirtiéndolas en el producto más adquirido a EEUU por valor económico. En plena guerra de aranceles entre Washington y Bruselas, y pese a las tensiones comerciales, este mercado no solo se ha mantenido, sino que ha crecido.
Y es que, más allá de los grandes titulares sobre tecnología, defensa o energía, son las costumbres del día a día, como añadir mostaza a un perrito caliente, las que terminan moviendo cifras millonarias en el comercio global.
El ‘boom’ de las hamburgueserías
Cada vez son más los consumidores que optan por añadir salsas y condimentos de origen americano a sus platos diarios para hacerlos más sabrosos y apetecibles. Supermercados, restaurantes y tiendas ofrecen en sus estanterías un amplio surtido de salsas, que van desde las clásicas de tomate, mostaza o soja, a las más innovadoras: ranchera, queso cheddar o multitud de vinagretas para ensaladas.
Detrás de este auge se encuentra también el empuje del sector de la restauración informal, el boom de las hamburgueserías gourmet y el crecimiento del ‘delivery’. Todos ellos apuestan por ofrecer “la experiencia americana”, y eso pasa necesariamente por ingredientes que lleguen directamente desde su origen.
Resulta curioso que en un momento de tensión entre la Unión Europea y Estados Unidos por las medidas proteccionistas de Donald Trump a los productos que llegan desde España, con el vino como uno de los principales afectados, sean precisamente algo tan simple como la salsa el que lidere nuestras importaciones.
Más salsa que maquinaria o componentes electrónicos
Los datos no dejan lugar a dudas. España compra más salsa a EEUU que maquinaria pesada o componentes electrónicos. Un dato que, a simple vista, podría parecer anecdótico pero que revela el peso que la alimentación y las preferencias culturales tienen en el comercio internacional.
Y es que aunque a menudo se subestime, la industria de las salsas es enorme en Estados Unidos con marcas como Heinz, French’s o Hidden Valley moviendo cifras millonarias y exportando sus artículos a medio mundo.
Source: Informacion

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