Donald Trump regresa este lunes a la Casa Blanca para una segunda etapa presidencial con un tono y amenazas más fuertes -si cabe- que en su primera era. Ataques y presiones a Canadá y México -sin olvidar a China- junto a un afán expansionista con la mirada puesta en Groenlandia y el canal de Panamá han marcado las últimas semanas del dirigente. Una ofensiva a todos los niveles en la que el riesgo para la economía no ha quedado de lado.
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Porque Trump ha azuzado las banderas de la desregulación -financiera, tecnológica, etcétera, auspiciadas siempre por el magnate Elon Musk- y de un proteccionismo en forma de subidas aduaneras que amenaza con impactar, entre otros actores, a la Unión Europea. Los productos del Viejo Continente, sin ir más lejos, están bajo la amenaza de sufrir aranceles de entre el 10% y el 20%. Un peligro que también se cierne sobre España, que el año pasado exportó al país norteamericano por valor de 18.000 millones de euros.
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Y es que, pese a que las partidas desde el territorio nacional están menos expuestas que las de algunos de sus socios comunitarios, los expertos destacan el “riesgo” que tendrían estos incrementos arancelarios para varios sectores, desde la automoción hasta la industria farmacéutica, pasando por los productores de bienes de equipo o la agroalimentación.
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Source: Informacion
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