Decepción y fortaleza. Quizás esas sean las palabras más apropiadas para condensar el sentimiento y la actitud del sector pesquero vigués, gallego y español a las puertas de las pasadas elecciones europeas, celebradas en junio. Después de cinco años de deriva en la gestión del Ejecutivo comunitario y tras las numerosísimas críticas vertidas contra Virginijus Sinkevicius –entonces aún responsable de la Comisaría de Medio Ambiente, Océanos y Pesca–, dos fueron las principales peticiones ya no solo de los pescadores o de su patronal, Cepesca, sino del grueso de la industria del mar también encarnada en Conxemar, Anfaco, Europêche, EFBA, Fedepesca, las cofradías o las organizaciones de productores. Por un lado, que la cartera de Pesca se desligase de Medio Ambiente; algo que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, hizo promesa electoral en Galicia tras darse cuenta de la magnitud del conflicto y queriendo atajarlo. Una vez ganó los comicios se materializó la figura de un nuevo comisario exclusivo para Pesca y Océanos, el chipriota Costas Kadis, pero aún está pendiente de hacerse realidad la segunda reclamación: reformular la Política Pesquera Común (PPC).
Sobre ella gira parte del último estudio encargado por el brazo legislativo de Europa. El Parlamento Europeo posee desde hace unas semanas un informe titulado The EU oceans and fisheries policy. Latest developments and future challenges, que traducido sería La política de pesca y océanos de la UE. Últimas novedades y retos futuros, y el mismo recoge un conjunto de recomendaciones a la hora de abordar la regulación de la actividad, con tirón de orejas incluido a Bruselas en cuanto a lo que le pide y lo que le da.
De hecho, como primer consejo, el documento de 100 páginas hace hincapié en la necesidad de incrementar el apoyo directo a los operadores del sector pesquero para su transición verde y digital, abordando las limitaciones que actualmente afronta. “Las iniciativas existentes que apoyan la doble transición son principalmente de alto nivel o están dirigidas a proveedores de tecnología y capacitación”, explica, dejando claro que el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (Fempa) “no es suficiente”.
“Las definiciones y límites de capacidad de la flota también pueden ser una barrera”, subraya el estudio, que recalca que son precisos “mecanismos de apoyo técnico y financiación” para que el sector se adapte a los impactos del cambio climático: las condiciones cambiantes del mar o la distribución de los peces, por ejemplo. El informe también llama a desarrollar una “política tecnológica específica para la pesca”. “La política sobre inteligencia artificial (IA) y herramientas digitales es absurda y está dispersa (…) Dada la importancia de la tecnología y la futura digitalización, una única política general del sector pesquero sobre tecnología (con mecanismos de implementación y apoyo relacionados) sería beneficiosa (y debería ser coherente con otras políticas de la Unión Europea relacionadas con este tema)”, zanja contundentemente.
Relevo y sostenibilidad
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La autoría del estudio corre a cargo de Poseidon Aquatic Resource Management y F&S Marine, consultorías especializadas en el sector marítimo y que trabajan a nivel mundial brindando asesoramiento en favor de la pesca sostenible. Entre sus conclusiones apuntan además a la importancia de intensificar el apoyo político a la fuerza laboral del sector pesquero, reconociendo que “tiene dificultades para competir con otros sectores por la mano de obra”. “Las políticas deben ayudar a garantizar la contratación para reemplazar a una fuerza laboral que envejece, mejorar las habilidades del personal y ayudar a la transición dentro y fuera del sector pesquero”, resume.
Tampoco se olvida el informe de la necesidad de “reforzar el contenido de las políticas y los mecanismos de implementación” para apoyar mejor los objetivos ambientales. “Todavía se establecen cuotas por compromiso político y las medidas de conservación regionalizadas tardan en adoptarse”, señala. Incide en que “en muchas disposiciones y requisitos de políticas” como el control de la pesca “la velocidad y la calidad de la implementación por parte de los Estados miembros es variable y pueden ser necesarias sanciones más severas”. Incluso “la retención del Fempa” si los Estados miembros no cumplen.
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Junto a estas recomendaciones pide crear estándares de mercado que aseguren la “igualdad de condiciones” en la producción de pescado y otros productos marinos importados por los Veintisiete. “El Pacto Verde Europeo (PVE) requiere que los operadores de la UE trabajen con estándares ambientales y sociales más altos y brinden transparencia a los consumidores. Esto debe estar respaldado por políticas y reglas de mercado para garantizar la igualdad de condiciones con las importaciones no comunitarias, lo que es particularmente importante para el sector de productos del mar que depende de las importaciones”, sentencia.
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Source: Informacion

James Sean is a writer for “Social Bites”. He covers a wide range of topics, bringing the latest news and developments to his readers. With a keen sense of what’s important and a passion for writing, James delivers unique and insightful articles that keep his readers informed and engaged.