Cuatro días después de que lo hiciera la ministra de deportes, Amélie Oudéa-Castéra, y tras posponer la cita dos veces, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se ha bañado en el Sena este miércoles para demostrar que el río más famoso de Francia ya es apto para el baño.
Un gesto a nueve días de los Juegos Olímpicos que llega en plena crisis política y cuando la confianza sobre la organización de la competición hacía aguas por momentos. “Será un legado importante, pero sobre todo limpiando el río ayudamos a no dañar los océanos y a que toda esa agua que luego va al mar sea agua mucho más sana”, afirmó la alcaldesa después de darse un chapuzón junto al teniente alcalde, el prefecto de París y el presidente del comité organizador de los Juegos, Tony Estanguet.
El último estudio publicado de la ONG Surfrider Foundation, especializada en calidad del agua, asegura que ya se puede nadar en el río. Los análisis de las últimas semanas demuestran que las concentraciones de la bacteria Escherichia coli y enterococos se encuentran por primera vez por debajo de los umbrales recomendados por las federaciones deportivas y por la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria, Ambiental y de Salud Ocupacional (ANSES).
La operación “devolver el Sena a los ciudadanos” ha durado cerca de 10 años y dará el pistoletazo de salida en estos Juegos Olímpicos con las pruebas de nado y triatlón, pero no será hasta 2025 cuando los parisinos podrán disfrutar del río durante los periodos de canícula. Un plan que ha costado cerca de 1.400 millones de euros, la mitad de los cuales corre a cargo del Estado
El éxito a 30 metros bajo tierra
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El éxito de que el río Sena sea apto para el baño se encuentra a 30 metros bajo tierra, a una profundidad de un edificio de 10 pisos. La mega construcción de la cuenca de Austerlitz, capaz de almacenar cerca de 50.000 m3 de agua, unas 20 piscinas olímpicas, es la encargada de limpiar el agua del río y reducir sus elementos tóxicos.
Según las autoridades, a pesar de que el sistema de alcantarillado de la ciudad de París ha evolucionado en los últimos años, la lluvia sigue siendo un gran problema para el río. El alcantarillado no tiene capacidad para gestionar el caudal de la lluvia, y provoca que este agua junto con las residuales se mezclen y acabe en el Sena.
De ahí que, esta reina de las depuradoras haya sido la clave para hacer del río un lugar apto para el remojón, aunque no limpio al 100%. Según el director de obras de saneamientos de París, Samuel Colin-Canivez, “el nivel 0 de vertido de aguas residuales en un río no existe”.El sueño de Jacques Chirac
El tercer río más largo de Francia y uno de los más románticos del mundo dejó de ser apto para el baño hace 100 años, y aunque Anne Hidalgo se haya coronado reduciendo sus niveles de toxicidad, no es la primera que lo intenta. En 1990, Jacques Chirac también presentó un plan para limpiar el Sena y, como Hidalgo, prometió bañarse en sus aguas tras conseguirlo.
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Chirac no ha podido verlo, pero después de 100 años de prohibirse el baño al público, este miércoles durante el chapuzón olímpico se tuvo un recuerdo para el político conservador, fallecido en 2019: “Hoy tengo un pensamiento para Jacques Chirac, sinceramente creo que tenía muchas ganas de nadar en el Sena y ves que a veces lleva un poco de tiempo pero quiero pensar en él porque hoy lo hacemos”, afirmó la alcaldesa de París
Source: Informacion
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