Giorgia Meloni salió ganadora este domingo. Su partido, Hermanos de Italia, habría obtenido entre el 26 y el 30% de los votos, según diversos sondeos a pie de urna divulgados al cierre de los colegios electorales en Italia; por delante del progresista Partido Demócrata (PD) de Elly Schlein, el segundo clasificado, que aún así mejoraría su dato en las elecciones legislativas de 2022 (19%). En cambio, en tercera, cuarta y quinta posición se habrían colocado, en este orden, Movimiento 5 Estrellas, Forza Italia y la Liga de Matteo Salvini.
Los datos confirman lo que los observadores y sondeos habían vaticinado, y suponen un apreciable cambio de equilibrios para las fuerzas de extrema derecha que integran la bancada italiana (76 europarlamentarios) en Bruselas. De hecho, con este resultado, Hermanos de Italia, que en las anteriores elecciones de 2019 apenas había obtenido un 6% (5 europarlamentarios), ahora le quitará a la Liga el puesto de primera fuerza italiana ultra en el Parlamento europeo. Más aún, la erosión del partido de Salvini también podría traer cambios dentro del propio Gobierno italiano, donde el otro socio sénior es Forza Italia, una fuerza que, tras la muerte de su fundador, Silvio Berlusconi, parecía estar en vías de extinción y que ahora superaría en consensos a la formación legüista.
La incógnita es si esto desestabilizará a la Administración de Meloni. A la espera de conocer este nuevo desenlace, el resultado electoral también implica, sin duda alguna, una victoria para la primera ministra, que confirmaría (o incluso mejoraría) el mismo resultado que en las legislativas de 2022, un objetivo que su partido se había fijado. Con ello, Meloni, que también es la líder del grupo europeo de Reformistas y Conservadores (ECR, una de las coaliciones ultras del Parlamento Europeo), intentará negociar en los próximos días para obtener la máxima presencia en las futuras instituciones europeas.
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Meloni, además, obtiene el resultado con el mínimo de los esfuerzos; es decir, después de una campaña flácida y cuidadosamente diseñada en la que apenas pisó la calle e hizo todo lo posible para transmitir la imagen de una líder moderada, incluso cuando sus dos socios, Salvini y Tajani, se mostraron particularmente enfrentados. Salvini, que lidera la mayor fuerza abiertamente euroescéptica, suscitó las protestas de la oposición también durante el fin de semana (en Italia se votó el sábado y domingo), cuando rompió el silencio electoral al pedir el voto para evitar el triunfo de “belicistas como (el presidente francés, Emmanuel) Macron”.
Source: Informacion
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