Tras casi 25 años de trayectoria y seis discos publicados, El Columpio Asesino anunció su disolución en febrero de 2023. El grupo navarro ha decidido poner punto y final a una carrera impoluta, coherente como pocas y siempre abierta a la experimentación en cada uno de sus trabajos. Tras una gira de despedida que comenzó el año pasado, la banda ofrecerá su último concierto el próximo 9 de noviembre en Madrid. Esta noche, sus seguidores zaragozanos podrán despedirles como se merecen y saltar, una vez más en directo, al ritmo de su emblemático ‘Toro’.
Toda la gira de despedida habrá sido muy emocionante, pero estos últimos conciertos aún lo estarán siendo más.
Sí porque ya vamos viendo las orejas al lobo (ríe). La verdad es que lo estamos disfrutando un montón y estamos muy agradecidos de que estén yendo tan bien las cosas. El concierto en el Vive Latino también será muy emotivo.
Zaragoza siempre ha sido una parada obligada en sus giras. De hecho, el pasado octubre ya hubo un primer adiós en la sala Oasis.
Sí, el año pasado queríamos despedirnos del público en las salas, que son nuestro hábitat natural, y este 2024 girar ya por los festivales. Con Zaragoza hay un nexo emocional bastante fuerte, también porque nos pilla cerca. Hemos tocado un montón de veces en La Casa del Loco, tenemos amigos en la ciudad y seguidores que nos han acompañado durante toda la carrera. Zaragoza siempre será especial.
¿Cómo supieron que había llegado el momento de decir adiós?
Bueno, yo creo que es algo más intuitivo que otra cosa. Cuando sientes que ya has exprimido el limón y no da más, cuando sufres mucho por crear y ves que las cosas ya no fluyen, cuando hay tanto cansancio acumulado… Pensamos que lo más honesto era dar este paso. Tener la claridad mental de poder verlo creo que fue un acierto, porque todos pensamos que en cualquier carrera artística retirarse a tiempo es una virtud. Lo aceptamos como algo natural y lo bueno es que no ha habido nunca mal rollo entre nosotros. Nos quedamos con eso.
La pandemia también les hizo mucho daño…
Sí. Unas semanas después de lanzar nuestro último disco, que nos costó casi tres años crearlo porque siempre hemos sido muy autoexigentes, llegó el confinamiento. Fue un mazazo descomunal y de alguna forma reafirmó que había llegado el momento de dejarlo, aunque la decisión ya estaba hablada. A nivel creativo empezó a ser un poco duro trabajar porque los temas ya no fluían, y eso en un grupo tan experimental como el nuestro aún es más complicado. La premisa siempre fue superarnos a nosotros mismos y cuando creábamos algo con lo que no nos sentíamos identificados lo tirábamos a la papelera. Bajar el nivel nos parecía como desacreditarnos.
Rock experimental, after punk, electrónica y sintetizadores… Nunca ha sido fácil catalogarles.
Nos han etiquetado de muchas formas porque nunca hemos tenido ningún problema en mezclar estilos. En el primer disco ya introducimos la txalaparta, con el juego que ha dado luego todo el folclore con la eletrónica; luego está nuestra afinidad a la música punk… Siempre nos ha costado mucho definirnos, así que diremos que somos inclasificables (ríe).
‘Toro’ es su gran ‘hit’. ¿Cómo nació la canción?
La semilla fue la imagen de un toro saliendo de los corrales, con ese punto como de pasodoble… Luego el proceso de creación fue cambiando y fue muy bonito. Con ese estribillo que llega tan tarde. En el fondo es como el anti hit y no dábamos ni un duro por ella, pero lo cambió todo. Es un tema que ya no es nuestro y tiene algo que sigue enganchando a la gente: ese sentirse identificado con ese mundo de la noche, de escapar de tu vida convencional… A mí me encanta tocarla en directo y no me cansa.
¿Con qué se quedan de estos más de 20 años?
Yo sobre todo con la suerte de haber conocido a mis compañeros. Y luego con los miles de kilómetros que hemos recorrido juntos por la pasión común de la música. Es una de las experiencias más potentes que puedo imaginar. Y ahora con la respuesta de los compañeros de profesión, de la crítica y del público, que nos hace sentir que hemos dejado un legado. Me pone los pelos de punta.
¿Seguirán vinculados a la música en un futuro?
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Ninguno de nosotros tiene un proyecto a corto plazo ni un plan B, pero yo creo que de alguna forma seguiremos vinculados a la música. Es lo que llevamos haciendo desde pequeños. Lo que está claro es que el grupo no volverá. Los navarros, como los mañicos, somos muy cabezones.
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Source: Informacion
Brandon Hall is an author at “Social Bites”. He is a cultural aficionado who writes about the latest news and developments in the world of art, literature, music, and more. With a passion for the arts and a deep understanding of cultural trends, Brandon provides engaging and thought-provoking articles that keep his readers informed and up-to-date on the latest happenings in the cultural world.