Todavía en plena conmoción por la DANA que ha devastado la provincia de Valencia y mientras se sigue buscando desaparecidos, la gestión política de la crisis cada vez está más en entredicho y no se ciñe únicamente a la acontecido esta semana. La dirección del área de Emergencias está siendo cuestionada con episodios que se remontan al comienzo de la actual legislatura, como la decisión que tomó el presidente, Carlos Mazón, de eliminar la Unidad de Emergencias Valenciana que había puesto en marcha el Botànic. Muchas miradas se están centrando estos días en el secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, Emilio Argüeso, que está prácticamente desaparecido, sobre todo si se compara su papel con el protagonismo que asumía en casos de estas características el secretario autonómico del Botànic, José María Ángel.
Estos días se ha recordado mucho que una de las primeras decisiones que tomó el gobierno de Mazón, que en aquel momento estaba formado por el PP y Vox, fue la de eliminar la Unidad de Emergencias Valenciana, un organismo que había sido creado en febrero de 2023 por el Botànic que presidía el socialista Ximo Puig. También ha sido muy cuestionada la decisión de Mazón de borrar el tuit que publicó el mismo martes en el que se incluía un vídeo con una declaración suya en la que afirmaba que el temporal iba a disminuir la intensidad a partir de las 18 horas de ese día.
Otro factor que apunta que el área de Emergencias empezó con mal pie la legislatura fue el retraso que hubo hasta que se pudo sustituir a Ángel. El secretario autonómico de la etapa del Botànic no pudo ser remplazado hasta septiembre del año pasado, después de que llevara mes y medio reclamando su salida del gobierno autonómico tras las elecciones. Esta secretaría autonómica correspondía a la Conselleria de Justicia e Interior, que era dependiente de Vox y que estaba encabezada por Elisa Núñez hasta que Santiago Abascal decidió romper con el PP a mediados del pasado julio. Tras la remodelación del ejecutivo que tuvo que acometer Mazón se inició una nueva etapa, con Salomé Pradas como consellera.
Atendiendo a la agenda pública de Argüeso, el martes, el día que cayeron casi 500 litros por metro cuadrado en Valencia en menos de ocho horas, tenía una reunión con el jefe de servicio de Espectáculos Públicos, Actividades Recreativas y Festejos Taurinos. Este encuentro estaba concertado en València entre las 12.30 y las 13 horas, tiempo en el que el Centro de Coordinación de Emergencias emitía un aviso especial de alerta hidrológica en la zona del barranco del Poyo.
Esta reunión ha formado parte de las críticas que está recibiendo por su gestión sobre el temporal Argüeso, que no ha comparecido durante las inundaciones. Su último mensaje en la red social X fue un retuit el 26 de octubre de un escrito de Pradas en el que la consellera celebraba la marcha de la política de Íñigo Errejón. Expertos en la gestión de Emergencias critican actuaciones del área de Argüeso como que la Aemet ya advirtiera en la tarde del lunes de la gravedad de la DANA y la alerta a la población no se enviara hasta pasadas las 20 horas del martes.
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Estas fuentes ponen en entredicho que las reuniones para abordar la crisis se comenzaran a celebrar cuando ya diluviaba sobre Utiel, el río Magro y el barranco del Poyo, lo que derivó posteriormente en el drama vivido en municipios como Paiporta, Torrent o Aldaia. Estos expertos creen que una actuación más precisa, por ejemplo, hubiera ayudado a disuadir a la población de ir a los garajes a intentar salvar sus vehículos.
Expulsado de Ciudadanos entre acusaciones de trabajar para el PP
En el centro de la polémica por la gestión que se ha hecho de la DANA, Emilio Argüeso cuenta con una trayectoria política de lo más controvertida. Uno de sus episodios más espinosos fue su implicación con la moción de censura fallida que Ciudadanos y el PSOE promovieron en Murcia. Otro llegó en marzo de 2021, cuando fue expulsado de Ciudadanos entre acusaciones de estar captando tránsfugas para el Partido Popular. Los que le acusaron de ello se reafirmaron en sus sospechas cuando vieron aparecer a Argüeso en el Consell de Mazón como alto cargo, primero como secretario autonómico del Sistema Sociosanitario y después de Seguridad y Emergencias.
La dirección nacional de Cs exigió, tras la polémica de Murcia, al que fuera uno de sus hombres fuertes en la Comunidad Valenciana que dejara su acta en el Senado, lo que el expedientado atribuyó a una «venganza» orquestada por Inés Arrimadas por la afinidad del alicantino con Fran Hervías, exsecretario de Organización de los naranjas que había dado el salto a las filas populares. Aquel movimiento fue un clavo más en el ataúd de Cs en la Comunidad Valenciana, hasta llegar a su irrelevancia, y se produjo poco después de otro duro golpe para esta formación, como fue la marcha de Toni Cantó.
En el comunicado de la dirección del partido en el que se daba a conocer la expulsión de Argüeso se señalaba textualmente que ofrecía «prebendas a cargos y afiliados del partido con tal de que abandonaran la formación y pasaran a ser tránsfugas». En palabras de Arrimadas se añadía: «Argüeso ha realizado en canales de comunicación institucionales del Senado manifestaciones públicas con voluntad de infligir un daño relevante al partido».
Nacido en Alicante y vinculado profesionalmente a Murcia, Argüeso se hizo militante de Cs después de que buena parte del zaplanismo abandonara el PP en plena guerra interna contra Francisco Camps. Contribuyó al crecimiento de los naranjas tanto en Alicante como en Murcia y después le expulsaron entre acusaciones de trabajar para el PP.