No existe, como tal, definido en los manuales de medicina ni diagnosticado por especialistas, que yo sepa, el trastorno por exceso de atención (su opuesto sería el TDAH). Pero yo lo tengo. No me cuesta concentrarme, hago las cosas de una en una y pocas veces (jamás, en realidad) me comporto de manera compulsiva. Me pasa desde que era niña, o chica, como diría mi tía Tere, a la que menciono porque es la causa de estas líneas, y a ella volveré más adelante.